El domingo en el FedExField de Landover, se enfrentaban dos equipos en situaciones contrarias, por un lado los locales Washington Redskins llegaban a su primer partido de postemporada desde el año 2012 como grandes favoritos después de sus últimas victorias en temporada regular, mientras que los Green Bay Packers lo hacían como más que posibles perdedores, debido en gran medida a su bajada de rendimiento durante las semanas finales de competición, y causada en gran medida por las importantes bajas sufridas tanto en ofensa como en defensa.

Así las cosas a nadie pareció extrañarle que los Redskins se adelantaran en el marcador gracias a un safety, Preston Smith logró placar a Aaron Rodgers en su propia endzone, para seguidamente aumentar ligeramente su ventaja gracias a un gol de campo, mientras el ataque visitante fue incapaz de sacar rédito de ninguna de sus posesiones.

Ya en el segundo cuarto los locales conseguirían su primer touchdown gracias a un pase profundo de Kirk Cousins a Jordan Reed para 24 yardas, aunque el pateador Dustin Hopkins no lograría anotar el punto extra y aunque el fuerte viento pudo tener algo que ver, lo cierto es que el balón se fue de mucho dejando una sensación de desconcierto entre los fans y los propios jugadores de Washington, circunstancia que el ataque de Green Bay aprovecharía en su siguiente posesión para volver a entrar en el partido y anotar su primer touchdown de la noche, un pase corto de Rodgers a Randall Cobb para doce yardas. Con los Redskins en de nuevo con la posesión la defensa de Green Bay también quiso unirse al juego consiguiendo forzar un fumble que devolvió la pelota a los Packers, para sumar un gol de campo a su cuenta. Con los Redskins de nuevo en el campo la presión de la defensa de Green Bay se transformó en un tres y fuera. Y Rodgers de nuevo a los mando Packers lograría la ultima anotación de la primera mitad, un touchdown de pase para el receptor Davante Adams, que sumaria 17 yardas a sus estadísticas.

Con seis puntos abajo en el marcador y la primera posesión del segundo tiempo, los Redskins salieron dispuestos a recortar distancias con Packers y lograron añadir un touchdown más a su cuenta, pero Green Bay, que había entrado en dinámica ganadora durante la primera mitad, no se dejó amilanar y respondió con otro touchdown, una carrera de James Starks para cuatro yardas. Ya en el cuarto final, Green Bay conseguiría un nuevo touchdown, una carrera de Eddie Lacy para dos yardas, en el que, además, Packers lograría la conversión de dos puntos.

Esta ultima anotación fue un disparo en la línea de flotación de los locales cuyo ataque se desintegró durante la segunda mitad, sumando fallos ante la defensa rival y con un Cousins cada vez mas errático e incapaz de solucionar los errores de su ataque, ante lo cual, el ataque de Green Bay se mostró conservador, y con las vistas ya puestas en el partido que les enfrentará a Arizona en la primera ronda divisional, aun así, todavía sumarían un gol de campo más antes del final del partido.

De esta manera termina una dura temporada para los Washington Redskins, que pese a que la lograron sacar a flote con Kirk Cousins como quarterback titular, tras la lesión en pretemporada de Robert Griffin III, la más que probable salida de Griffin, con una trayectoria marcada por las lesiones, y un Cousins muy irregular, parece tener vacante el puesto de cara a la próxima temporada.

Y mientras los Green Bay Packers continúan adelante en la competición, con buenas sensaciones, además, gracias a un ataque que parece haber encontrado los resortes para volver a funcionar, después de que en los últimos encuentros de temporada regular algunas lesiones de jugadores clave, como Jordy Nelson, dejara sin demasiadas opciones a Rodgers. En cualquier caso, los Arizona Cardinals no van a a ser un rival tan sencillo como Washington.

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