Carolina Panthers es una franquicia que se armó desde su temible defensiva y que fue agregando elementos de ataque hasta la conformación de un equipo poderoso. Cam Newton es el alma del grupo y su desempeño en 2015 fue superlativo. A su conocida agilidad para desenvolverse fuera de la bolsa de protección, el mariscal de campo le agregó buena cantidad de pases, potenciando un juego aéreo cada vez más efectivo. Con 3.837 yardas lanzadas, Newton aportó 35 touchdowns, con 10 intercepciones y 33 capturas. Sin embargo, su rating baja cuando evaluamos la efectividad de todo lo que envía con su brazo.

La ofensiva aérea de Newton contó con un racimo de receptores variables, destacándose el ala cerrada emblema de Carolina, Greg Olsen, un gigante blanco que atrapó 77 pases, con 1.104 yardas y 7 touchdowns. Olsen es el principal socio de Cam, quien aguarda la recuperación del wide recived número uno del equipo, Ted Ginn Jr. (739 yds, 10 TD), para no sentir debilidades en la estrategia pasadora. De todos modos, Jerricho Cotchery, Devin Funchess y Corey Brown están listos para las atrapadas secundarias. En definitiva, esta unidad ofrece alternativas, aunque no es el principal argumento del ataque de Panthers, ya que se ubicó en el puesto 24 en yardas lanzadas de toda la NFL.

La agresividad de Carolina está sustentada en el juego terrestre, ya que fue el segundo equipo que más yardas corrió, sobre todo con dos elementos: Cam Newton (636 yardas y 10 touchdowns) y Jonathan Stewart (989 yardas y 6 anotaciones). Cualquiera de los dos puede filtrar defensas con destreza o con potencia, según quien corra, pero la combinación de ambos resulta vital para la distracción y las jugadas de engaño, una de las razones principales por las que el entrenador en jefe Ron Rivera puede sentirse orgulloso. Sin Stewart, todo el sistema se desiente.

La faz ofensiva fue la primera que surgió desde hace un par de temporadas y Carolina fue transformándose en el favorito de su división, por encima de Saints y Falcons. La potencia de los linebackers es la clave porque se desdoblan fácilmente para detener corredores o impedir pases. Luke Kuechly tuvo un año magnífico, siendo el principal tacleador de Panthers (76) y uno de los artífices de una cobertura antiaérea brillante. De hecho, este equipo fue el que más intercepciones logró -con 24-  y que mayores pases impidió. La exigencia de la competencia envió a la enfermería a dos referentes trascendentes, como Kurt Coleman (7 intercepciones) y a Thomas Davis (75 tacles y 4 intercepciones). Ambos estarían recuperados para el duelo ante Seattle, quienes también dependen del trabajo de Josh Norman (4 intercepciones y 18 pases impedidos).

En cuanto a capturas de mariscal, el conjunto se ubicó en el 6° puesto general, con 44 acciones, acaparando la mayoría el frontal Kawann Short, un duro exponente de la muralla. En consecuencia, Panthers fue la sexta defensiva de la liga, con mejor predisposición para detener acarreos y con pocas flaquezas cuando le envían pases. Por ello, más allá de Cam Newton y compañía, hay que destacar que el crecimiento de esta franquicia se inició desde la defensa.

Del otro lado, Seattle Seahawks llegó sufriendo y con agonía a esta instancia definitoria, tras un gol de campo errado por Minnesota. Estuvo en terapia y hasta le diagnosticaron una muerte prematura, aunque el pie de Blair Walsh colaboró para la recuperación. Todo hubiera sido en vano si Russell Wilson no despertaba, pero el joven mariscal frotó su varita y fue encontrando jugadas mágicas para la salvación. El quarterback debió hacerse cargo del ataque de Seahawks tras la lesión de su as de espadas, Marshawn Lynch, y de su corredor reemplazante, Thomas Rawls.

Con 4.024 yardas lanzadas y 34 touchdowns, Wilson fue la figura de una ofensiva que debió modificarse. Además, el líder corrió para 553 yardas y contó con un cuerpo de receptores capaces de atrapar sus pases ente la ausencia de Lynch. Doug Baldwin sumó 1.069 yardas y 14 touchdowns, Jermanine Kearse 685 yardas (5 TD), Tyler Lockett 664 yardas (6 TD)  y Jimmy Graham 605 yardas (2 TD). La aparición del ex ala cerrada de Saints fue tardía, aunque oportuna, ya que también perdieron a Ricardo Lockette y -a último momento- a Luke Willson.

La reaparición de Lynch será elemental para un ataque temible, que se posicionó como el cuarto de la NFL, a pesar de la ausencia parcial de su corredor número uno. Gracias a las yardas acumuladas por Rawls, Wilson, Lynch y Tavon Austin –un receptor que corre- esta falange se ubicó 3° en la liga, mientras que por aire, Seattle fue 20°.

La faz defensiva fue de lo mejor: fue el equipo que menos puntos recibió en la NFL, el mejor ante los acarreos rivales y el segundo contra los pases ajenos. Así, los frontales Michael Bennett y Cliff Avril se lucieron con 19 capturas entre ambos, mientras la línea media se encargó de taclear a mansalva, sobre todo con las actuaciones de los linebackers K.J. Wrigth y Bobby Wagner. Si sumamos a los prestigiosos hombres de la tercera línea, Richard Sherman, Chancellor y Earl Thomas, estaremos ante una de las más duras defensivas.

En definitiva, hay muchas similitudes entre Panthers y Seahawks. Ambos cuentan con estructuras defensivas poderosas y corren mejor de lo que pasan. Sus mariscales de campo tienen receptores capaces de atrapar lo que lanzan y también utilizan sus piernas para correr. La reaparición de Lynch podría potenciar aún más a Seattle, no solo por lo que corra, sino por lo que transmita hacia el plantel. Por último, Carolina deberá concentrarse en lo que viene y dejar de mirar atrás porque llega envalentonado por la campaña regular. Si Newton asume el partido con el perfil demasiado elevado, el golpe podría ser más duro en caso de una derrota.

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