Seattle Seahawks, actual bicampeón de la Conferencia NFC, no podrá lograr la triple corona. Carolina Panthers venció al conjunto que ganó el Superbowl XLVIII (sobre Denver Broncos) y cayó en el Superbowl XLIX (a manos de New England Patriots) por 31-24, superando una barrera que muchos no creían que fuese posible a comienzos de la temporada.

Carolina, el mejor equipo de la campaña regular -gracias a su récord de 15 victorias y 1 derrota- se aprovechó de un comienzo estelar de su ataque terrestre y su defensa para sacar una amplia ventaja. Si bien Seattle intentó remontar el encuentro, la diferencia terminó siendo demasiado grande y los Seahawks se quedaron sin tiempo.

Desde el vestuario

La primera jugada del partido sirvió para mostrarle a todos lo enfocados que estaban los Panthers. Jonathan Stewart, ya recuperado de una lesión en su pie que lo forzó a perderse las últimas dos semanas, abrió el encuentro con una corrida de 59 yardas. Tres jugadas más tarde, el mismo Stewart se encargó de anotar el primer touchdown de la jornada, en un acarreo de cuatro yardas.

No es una repetición, es sólo la realidad: tres jugadas más tarde, Carolina volvió a sumar de a siete. Luke Kuechly (uno de los mejores linebackers en la NFL) interceptó un pase de Russell Wilson y lo devolvió hasta la zona de anotación. En un abrir y cerrar de ojos, el conjunto dirigido por Ron Rivera lideraba por 14-0.

Repartiendo balones por doquier

No conforme con ese arranque estelar, los Panthers apretaron el acelerador y extendieron su ventaja. Luego de una marcha monstruosa -que consumió más de ocho minutos del reloj-, Stewart firmó su segundo TD de la jornada. Como es costumbre en el Bank of America Stadium, cada vez que el equipo local anota un niño recibe el balón, a modo de 'celebración'.

Carolina consiguió puntos en todas las facetas del juego. En ataque, en defensa y en los equipos especiales. Graham Gano encajó su único intento del día, también en el segundo cuarto. Su patada -de 48 yardas- dejaba a los locales arriba por 24-0. La máxima llegaría minutos más tarde, luego de que Cam Newton y Greg Olsen se conecten en un/a sensacional pase/recepción de 19 yardas.

Los 'Gatos' de Seattle

El marcador, contundente como pocas veces, decía que los Panthers gozaban de un 31-0 cuando ambos equipos se fueron a sus respectivos vestuarios. Sin embargo, una de las características más destacables de estos Seahawks -y de Wilson, principalmente- es su capacidad para no rendirse ante situaciones adversas.

Por eso, la mejora en el ataque de los visitantes no fue sorpresiva. Wilson, que había estado bajo extrema presión por los linieros defensivos de Carolina (que consiguieron cinco sacks), comenzó a moverse mejor dentro del bolsillo. Un gran retorno de Tyler Lockett, el encargado de devolver los despejes rivales, dejó a Seattle en una buena posición y el mariscal de campo no perdonó.

La defensa, liderada por la denominada 'Legion del Boom' (Richard Sherman, Earl Thomas III y Kam Chancellor), se puso a la par y forzó un nuevo despeje. Rápidamente, Wilson lanzó un pase genial en dirección a Lockett, que atrapó el TD para ponerle suspenso al encuentro.

El tiempo fue tirano

A pesar de no poder mover el balón en ataque, los Panthers mantenían una ventaja de 31-14 mientras el reloj continuaba aproximándose a cero. Jermaine Kearse anotó el tercer touchdown de los Seahawks a falta de 6:04 y la tensión creció exponencialmente.

En la posesión siguiente, la ofensiva local consiguió un primer down vital, que obligó a Pete Carroll a quemar sus tiempos fuera. Aún así, Wilson volvió a tener la pelota, necesitando anotar dos veces -un TD y un gol de campo- para igualar el marcador.

Aquí es donde se entiende el planteo que realizó Carolina en la segunda mitad. Aprovechando la enorme ventaja que extrajo en los primeros dos cuartos, Rivera optó por cuidar el balón en ataque y confiar en que su defensa haría lo necesario para aguantar el resultado.

Wilson, tenaz como de costumbre, se sobrepuso a sus dos intercepciones y guió a los Seahawks hasta la yarda 18 de los Panthers. El mariscal no pudo sumar de a siete, pero la patada de Steven Hauscka los dejaba abajo por un touchdown.

Otra vez, el problema fue el reloj. Con 1:12 restantes y un sólo tiempo fuera, la única alternativa para Seattle era intentar (y recuperar, obviamente) una patada corta. Thomas Davis Sr (linebacker de Carolina) atrapó la pelota que terminó enviando a los Panthers al Juego por el Campeonato de la NFC.