Cuando Calvin Johnson anunció su retirada hace unos días fueron muchos los que se sorprendieron por esta decisión, no tanto por el hecho de retirada en sí mismo, el rumor había empezado a tomar fuerza durante la postemporada, como por el hecho de que la esta retirada supondría un fin bastante abrupto a la trayectoria de un jugador que, pese a tener unas estadísticas espectaculares a nivel individual, no es poseedor de ningún título que valide su estatus de superestrella de la Liga, del que ha disfrutado durante su carrera.

Johnson fue seleccionado por los Detroit Lions con el segundo pick de la primera ronda del Draft en 2007, aunque la mayoría de los analistas lo situaban como primera opción, son muchos los que opinan que el motivo fue que se presentara con sobrepeso a la Combine de ese año, pesando alrededor de 108 kilos, casi seis por encima de lo estimado, y que no corriera las 40 yardas hasta el Pro-day de Georgia Tech, donde marcaría unos impresionantes 4.35 segundos, siendo la mejor marca para un jugador de su peso y posición en los últimos años así como registro de 3,53 metros en el salto de longitud. Tras su selección por parte de Detroit muchos especularon sobre su posible traspaso a otro equipo, pero finalmente los Lions confirmaron su fichaje por el equipo con un contrato de 64 millones de dolares por seis años, 27 de ellos en garantizado, convirtiéndose en ese momento en el más alto firmado por un jugador novato de Lions hasta la fecha.

Con un contrato de 64 millones por seis años, Johnson se unió a los Detroit Lions en 2007

En su año rookie Johnson comenzó a desctacar desde su primer partido, pese a no ser titular, donde consiguió cuatro recepciones para 70 yardas y un touchdown en la victoria de su equipo para los Oakland Riders, también sería durante esta primera temporada cuando su compañero de equipo, el receptor Roy Williams acuñaría su apodo, Megatron, al comparar el tamaño de sus manos con las del personaje de Transformers Decepticon, y el inicio del historial de lesiones que han marcado su carrera, en este caso una lesión en la parte baja de la espalda que le obligaría a jugar medicado el ultimo tramo de la temporada.

En su segundo año y pese a unos números remarcables de 78 recepciones para 1.331 yardas y 12 touchdowns los Lions terminarían la temporada 0-16, la primera vez que un equipo terminaba con ese récord negativo en la historia de la Liga, y Johnson no sería convocado para la Pro-Bowl, aunque el hecho de jugar con cinco quarterbacks diferentes y un equipo sin rumbo ayudaron a su exclusión.

Después del desastre de la temporada 2008 los Lions despidieron al entrenador Rod Marinelli, que sería sustituido por Jim Schwartz, que trajo un nuevo rumbo al equipo reconstruyendo el ataque y muy especialmente la defensa. En el siguiente par de temporadas los resultados del equipo mejorarían y en 2010 Johnson conseguiría su primera inclusión en la Pro-Bowl, pero sería al año siguiente cuando realmente brillaría. La temporada 2011 será recordada como una de las mejores a nivel estadístico, es el segundo mejor de su carrera, con 96 recepciones para 1.681 yardas y 16 touchdowns, pero los Lions fueron derrotados por los New Orleans Saints en el partido de Wildcards.

En 2010 llegaría la primera inclusión en la Pro-Bowl para Jonhson

En el el año 2012 el jugador firmaría una extensión de contrato por ocho años y 132 millones de dolares, con 60 millones garantizados, convirtiéndose en el receptor mejor pagado de la Liga. Ese año, además, rompería el récord de la Liga con más partidos consecutivos con 125 yardas de recepción o más en cada uno, lo consiguió durante los cinco últimos partidos de la temporada regular y arrebataría a Jerry Rice el récord de más yardas de recepción en una sola temporada con un total de 1.964 yardas.

Durante estas sus tres últimas temporadas en activo los números de Megatron han seguido siendo elevados, pero no tan espectaculares, y su productividad se ha visto lastrada por sus ausencias, no ha jugado en cinco de los partidos de las dos pasadas temporadas, y que sin ser graves, casi siempre lesiones en dedos o rodillas, no le han permitido brillar a la altura de su primeras temporadas.

Aun así, Calvin Johnson deja un buen puñado de récords acumulados en su palmarés, además de los anteriormente citados, ha sido el jugador que más rápidamente ha conseguido las 10.000 yardas de recepción, en 115 partidos, en conseguir las 11.000, en 127 partidos, lo que sumado a las estadísticas totales de su carrera, 721 recepciones para 11.619 yardas y 83 touchdowns y diez apariciones en la Pro-Bowl dejan constancia de que, pese a la ausencia de títulos, ha sido un jugador que ha marcado una época en el fútbol americano.