Saints y Raiders nos regalaron el partido más entretenido de la jornada en un duelo en el que las defensas brillaron por su ausencia. El Mercedes-Benz Superdome de New Orleans vio a su equipo tirar una ventaja de 14 puntos y así empezar la temporada con las mismas sensaciones de debilidad con las que acabaron la pasada.

El partido arrancó con un fumble de Drew Brees forzado por Bruce Irving dejando a los Raiders en una sensacional posición de campo para que Janikowski anotase los primeros puntos del partido mediante un field goal. Lutz empató el partido desde 42 yardas tras un buen drive de Brees e Ingram en el que el running back encontró demasiados huecos entre la linea defensiva de los de Oakland. Y a partir de aquí empezó el espectáculo. Latavius Murray anota el primer touchdown del partido a 1:48 del final del primer cuarto tras un drive en el que Amari Cooper consigue 73 yardas en tres recepciones, contestado nada más empezar el segundo cuarto por un Willie Snead que se fue a las 172 yardas y estuvo completamente fuera del radar de la secundaria Raider. 

A partir de ese momento, la conexión Brees-Cooks consiguió dos touchdowns sin respuesta por parte de los Raiders, uno de los cuales de 98 yardas (record de la franquicia), que pusieron el 24-10 en el marcador a mediados del tercer cuarto. Janikowski anotó tres puntos más para dejar a los Raiders a 11 puntos a falta del último cuarto.

Veintidós puntos anotaron los de la bahía en este último cuarto, el cual será recordado por mucho tiempo. Olawale y Richards consiguieron un touchdown cada uno antes de que Cadet recibiese un pase de Brees para dejar a los Saints siete puntos arriba a falta de 6:03, tras un drive en el que Snead cometió un fumble recuperado por Michael Thomas, una jugada clave que dejó a los Saints en la redzone. A falta de 53 segundos para el final, Derek Carr encontró a Seth Roberts en la endzone dejando a los Raiders a solo un punto, momento en el que Jack del Rio toma la arriesgadísima decisión de jugarse una conversión de dos puntos, en la que Michael Crabtree se convirtió en el héroe de la noche recogiendo el pase de Carr que les dio la victoria a los de Oakland.

Este partido puede significar mucho más que una victoria para los Raiders y, sobre todo para del Rio, que sale reforzado tras esa última decisión, la cual puede ser ese impulso que necesitan para creerse que son un claro candidato a colarse en los Playoffs. Por su parte, los Saints salen muy tocados tras echar por tierra una gran ventaja y, sobre todo, por la lesión de el cornerback Delvin Breaux, mejor jugador de una secundaria que va a sufrir mucho esta temporada.