Los Minnesota Vikings se reafirman como uno de los equipos con mejores sensaciones de este inicio de temporada tras ganar, con mucha solvencia, a los vigentes campeones de la NFC en una exhibición defensiva de tal calibre que Cam Newton fue interceptado tres veces y le hicieron ocho sacks, uno de los cuales provocando un safety.

El partido comenzó con los Panthers dominando tanto en fase ofensiva como defensiva: Graham Gano abrió el marcador con un field goal, tras el cual la buena defensa de Carolina provocó un tercero y fuera al ataque comandado por Sam Bradford. Newton aprovechó esta situación para, tras un buen drive, conseguir su segundo touchdown de carrera de la temporada, poniendo un temprano 10-0 en el marcador. 

No volverían a anotar los Panthers en el partido. A partir de este momento, la defensa Viking empezó a carburar, ayudada por el pobre rendimiento de la línea ofensiva de los Panthers con un Michael Oher desbordadísimo. Danielle Hunter placó a Newton dentro de su propia endzone con lo que les fue asignado un safety, dejando el marcador en 10-2 al final del primer cuarto.

El segundo cuarto transcurrió soso, con un touchdown anulado a Fozzy Whittaker en el que los árbitros señalaron uso ilegal de las manos por parte de Kelvin Benjamin, el cual estuvo completamente desaparecido en el partido. A falta de cinco minutos para el descanso, un punt del recién fichado Andy Lee fue retornado para touchdown por Marcus Sherels. Blair Walsh falló el extra point, con lo que llegamos al descanso con los Vikings a dos puntos, pese a que a falta de pocos segundos para acabar el cuarto, Trae Waynes interceptó una bomba de Newton que buscaba a Ted Ginn.

Un touchdown de Kyle Rudolph a pase de Bradford, coronado con una conversión de dos puntos de McKinnon, encauzó la victoria Viking, más aún cuando el vigente MVP de la liga lanzó su segunda intercepción del día, esta vez con Terence Newman como invitado a la fiesta defensiva del equipo de Mike Zimmer.

El último cuarto fue un despropósito de la línea ofensiva de Carolina (todo el partido lo fue, en realidad), con un Everson Griffen que llegaba hasta Newton como quien se da un paseo por el campo. Dos field goals de Walsh, y una intercepción de Tom Johnson cerraron el partido con el 22-10 para Minnesota.

Tres victorias y ninguna derrota habiendo jugado contra Green Bay y Carolina es un comienzo idílico para unos Vikings a los que las lesiones de Bridgewater y Peterson parecen no afectar. La mejor defensa de lo que llevamos de temporada es más que suficiente para ser un equipo muy a tener en cuenta de cara a los playoffs. Por otro lado, los Panthers deben olvidarse de esta derrota y centrarse en corregir errores y, quien sabe, buscar un traspaso por un left tackle, imprescindible si quieren seguir siendo candidatos a todo.