Los Falcons se enfrentaban a los Panthers en casa. Ambos, con una dinámica y unos objetivos que a comienzos de temporada, parecían completamente opuestos según los analistas y expertos. La realidad es que ambos llegaban en dinámicas opuestas. Los de Carolina venían de perder ante una imperial defensa como es la de los Vikings de Minnesota y con la necesidad de mejorar la imagen ofrecida hasta ahora, que en nada recuerda a los todopoderosos Panthers que la temporada pasada acabaron con un récord de 15-1 de la temporada regular (en la que perdieron ante los propios Falcons) y finalistas de la Super Bowl. Los Falcons, al contrario, vienen de tres victorias consecutivas y una derrota en la que estuvieron cerca de remontar con unos Ryan y Jones espectaculares, a un nivel excelso.

El partido comenzó como había de hacerlo: tamaño festival, con un solo primero y diez. Andy Lee, un señor punter, mandó la patada hasta la 21 de Atlanta en un total de 53 yardas. El primer drive de Atlanta fue prueba suficiente de que el punto débil de Carolina es la secundaria. Con varios pases de Ryan a Jones y alguna carrera de Devonta Freeman, los Falcons se plantaban en la End Zone rival y Ryan con un pase de cuatro yardas finiquitaba un magnífico drive en apenas cuatro minutos y el primer touchdown subía al marcador, siendo Tamme el encargado de recibir el pase del quarterback.

Un nuevo punt de Andy Lee tras un drive de Carolina en el que no llegaron a avanzar ni 30 yardas colocaba a Atlanta en su yarda dos. En una sensacional combinación de pases y carreras los Falcons consiguieron anotar tras un acarreo de Devonta Freeman en el que recorrió las trece yardas que le separaban de la End Zone rival.

Tras el kickoff del touchdown acababa el primer cuarto. Los Panthers empezaron el segundo cuarto de la misma forma que el primero, sin apenas recorrer yardas y con un punt de Andy Lee que, desde la 43 de Atlanta, clavó la pelota en la yarda uno de Atlanta. Un comienzo de drive muy apretado no auguraba nada bueno para los Falcons. Y así fue, en un 2&5 Coleman intercepta el pase de Ryan y retorna el balón a la zona de anotación de Atlanta, consiguiendo los primeros puntos para Carolina. Gano no falló y anotó el extra point. 14-7 a mediados del segundo cuarto para los locales. En el siguiente drive Atlanta consiguió mediante los acarreos de Coleman y los pases de un excelso Ryan (incluido un pase de 53 yardas para Julio Jones) acabar conectando un field goal por medio de Bryant de 28 yardas para aumentar la ventaja hasta el 17-7. Tras un gran drive por parte de Cam Newton, los Panthers se movieron por el campo hasta que Graham Gano conectó un field goal de 54 yardas para acercar un poco más a los Panthers antes del descanso. Así llegaría el descanso en el Georgia Dome, con el resultado a favor de los locales por 17-10.

Nada más iniciar el tercer cuarto los Falcons se pusieron el mono de oficio y en una sucesión de jugadas Matt Ryan conectó con un Austin Hooper que se encontraba solo para un touchdown de cuarenta y dos yardas que elevaba la ventaja a 24-10 para los Falcons. En su siguiente drive los Panthers son sacados del campo en un tres y fuera en el que Andy Lee conecta una patada de 56 yardas para poner el balón en la 16 de Atlanta. En este drive, conducido maravillosamente por Matt Ryan, se culmina con el touchdown de 35 yardas de pase para Robinson. Tras la revisión se confirma el touchdown y los Falcons se ponen 31-10.

Termina el tercer cuarto tras otro tres y fuera de los Panthers y entre el retorno de punt y un par de jugadas los Falcons se plantan en rango de field goal conectando la patada entre los palos, consiguiendo aumentar la ventaja a 34-10 al inicio del cuarto periodo. En el siguiente drive los Panthers por fin consiguieron parecerse en algo a ese temible equipo que llegó a la Super Bowl la temporada pasada, llegando a anotar un touchdown Kelvin Benjamin tras capturar un pase de trece yardas de Cam Newton. Los Panthers decidieron ir a por la conversión de dos puntos, consiguiéndola pero pagando un alto precio por ella al retirarse Cam Newton debido a una conmoción. Tras el kickoff los Falcons poseen una gran posición de campo que desaprovecharon debido a que la defensa les obligó a un tres y fuera, devolviendo el balón al ataque de Carolina. Esta vez comandados por Derek Anderson los de Carolina parecía que buscaban el partido, intentando ganar tierras por aire y por tierra. Y mira si lo consiguieron que apenas cinco minutos después Anderson lanzaba un pase a Greg Olsen para acercar un poco más a los vigentes subcampeones a la remontada. Como en la anterior anotación los Panthers se jugaron la conversión de dos y otra vez la consiguieron, con un pase de Anderson a Olsen. Así los Panthers se acercaban a sólamente ocho puntos, habiendo llegado a estar veinticuatro puntos por debajo de los de Atlanta.

Los sueños de remontada se acabaron cuando tras el kickoff Matt Ryan encontró a Julio Jones para un increíble pase para touchdown de 75 yardas. ¡75! Los Falcons prácticamente finiquitaban el partido con esa anotación a falta de menos de cuatro minutos.

A los Panthers aún les quedaría tiempo para realizar una jugada más, consiguiendo Anderson un touchdown tras un magnífico drive en menos de dos minutos con un pase para Brown de 16 yardas que acercaba a los Panthers en el marcador. Tras esto los Falcons consiguen que Panthers agoten sus tiempos muertos y lanzan un punt. Derek Anderson, desde su yarda 24 lanza un pase hacia Olsen que Alford intercepta y retorna para touchdown, acabando finalmente con el partido y poniendo el definitivo 48-33 en el marcador. Aun así Anderson tendría tiempo de lanzar otra intercepción, otra vez Alford es el protagonista. Tras conseguir el balón Ryan se arrodilla para acabar con el partido.