Los Washington Redskins (2-2) fueron capaces de retomar el plan de juego que el año pasado les llevó a ganar la NFC Este para deshacerse de unos batalladores Cleveland Browns (0-4) y conseguir el 50% de victorias en la temporada.

Carrera, efectividad en la zona roja y una defensa oportunista. Estas fueron las claves para que los capitalinos se llevasen su división el año pasado. Y en el primer cuarto del partido volvieron a aplicarlas a la perfección. El producto de Florida Matt Jones, martilleaba la defensa de los Browns gracias a su potencia acarreando el balón y Cousins conectaba fácil con sus receptores para ganar yardas después de la recepción. Así consiguió dos anotaciones Jordan Reed que parecía que daban una ventaja considerable a los locales.

Para nada fue así. Washington, un equipo que en los últimos años se encuentra abonado a las "pájaras" defensivas, se dejó empatar al final del segundo cuarto debido a la dominancia que ejerció la línea ofensiva de los Browns sobre la defensiva de los Redskins (una de las peores de la NFL). El juego de carrera visitante y en especial Crowell castigó la inoperancia de la defensa local y el rookie predilecto de Hue Jackson, el quarterback Cody Kessler completaba con facilidad los terceros downs ante una defensa lastrada por las bajas. A la falta de Breeland, Phillips y Hall se sumaron la de Kerrigan, Cravens y Bruton. 

A la salida de los vestuarios los Browns se adelantaban en el partido gracias a un field goal de Cody Parkey. El kicker, villano en la anterior jornada contra los Miami Dolphins donde erró la patada decisiva para la victoria, no falló esta vez. Los locales, mientras tanto, se encontraban atascados con su ataque. En su única posesión del tercer cuarto solo consiguieron un primer down mientras los Browns se plantaban otra vez en la redzone local.

Y entonces ocurrió. Como en muchas otras ocasiones los detalles fueron lo que decidió un partido. Y esta vez la balanza cayó del lado de los Redskins. Los Browns encadenaron 3 drives seguidos con pérdidas de balón. Dos fumbles (uno de ellos más que riguroso) y una intercepción del cornerback estrella Josh Norman tumbaron a un equipo peleón aunque aún sin hacer. 

En medio de la catástrofe brown se erigió un Cousins cerebral, al que le bastó con saber manejar el balón apoyándose en su juego terrestre y completar pases fáciles a su brutal grupo de receptrores. De esta manera encontró completamente solo a su corredor Chris Thompson para una anotación de 5 yardas y cedió el balón a su otro corredor Matt Jones para que anotara en una carrera de una yarda y cerrase una tarde espectacular. 

 Los Redskins consiguen reponerse de sus dos derrotas iniciales, pese a que a su actuación en este partido no disipa las dudas sobre sus tres principales incógnitas: defensa contra la carrera, quarterback y entrenador. Los Browns siguen sin ganar pese a ser una de las sopresas, para bien, de la temporada. Posiblemente debido a que las expectativas eran bajas, pero también gracias a su capacidad para pelear cada partido.