Siguen a paso perfecto los Minnesota Vikings esta temporada. En su remodelado estadio, fueron aplastantes defensivamente para los New York Giants y terminaron quedándose con un encuentro que desde el principio tuvo un dominador.

Dwayne Harris, al inicio del primer cuarto, en su intento por devolver una patada de despeje, terminaría perdiendo el ovoide y entregándolo a los Vikings. Y fue gracias a esa posesión de balón que Minnesota abriría el marcador en una serie ofensiva en la que sólo recorrerían 41 yardas, culminando con el acarreo para una yarda por parte de Matt Asiata.

Ya en el segundo cuarto, Bradford encontraría a su ala cerrada Kyle Rudolph y anotaría un simple TD de 7 yardas para poner el partido a favor por 14-0. Es la tercera semana seguida en la que Bradford y Rudolph se encuentran y se nota mucho también esa química con otros receptores como Stefon Diggs o Charles Johnson. Al medio tiempo el partido se iria 14-3 a favor de los dirigidos por Mike Zimmer, ya que John Brown descontaría con un FG de 40 yardas.

El tercer cuarto empezaría con algo que parece no ser sorprendente: Blair Walsh erraría un FG de 46 yardas. El kicker de Minnesota no se ve sólido desde que falló un FG que le hubiera dado una vida a los de Zimmer en el play-off de la temporada pasada. Más tarde en ese cuarto, Eli Manning perdería completamente la ruta de Odell Beckham (solo logró tres recepciones para 23 yardas en todo el partido) y quien aprovecharía esa situación sería Xavier Rhodes. Fue la cuarta intercepción de Manning esta temporada y ese drive ofensivo de los Vikings le daría más puntos al marcador con un FG de Blair Walsh de 44 yardas de distancia.

En la primera jugada del cuarto definitivo, Eli Manning encontraría en un pase corto al novato Paul Perkins, que la llevaría 67 yardas para el primero y goal. En la siguiente jugada, Orleans Darkwa se metería dentro de la zona de anotación y los Giants se pondrían abajo 10 a 17. Poco les duró la alegría, ya que Jerick McKinnon anotaría un TD en la serie ofensiva consecuente de Minnesota, para cerrar el partido en 24-10. En este último cuarto se lució la defensiva de los Vikings, parando en cuarta oportunidad dos veces a la ofensiva neoyorquina.