Los Washington Redskins (3-2) consiguieron superar el 50% de victorias por primera vez en la temporada a costa de unos Ravens (3-2) que encadenan su segunda derrota seguida en el M&T Bank Stadium en Maryland.

El partido partía con la vitola de choque duro, a la antigua, donde prevalecería la defensa, y en ese sentido no defraudó. La inutilidad de los ataques (ayudada por el fuerte viento que se llegó a registrar en Baltimore) para superar a las defensas oponentes estuvo patente durante todo el enfrentamiento.

Los locales por sus propias carencias: una línea ofesiva con bajas importantes, como la del rookie de 1º ronda Ronney Stanley, y un QB que parece incapaz de conectar con sus receptores cuando no está en postemporada. Y los visitantes por más de lo mismo: un juego de carrera inexistente y un Cousins a medio gas.

Partido con enorme intensidad

Y eso que el partido comenzó bien para el ataque córvido: primer drive comandado por un excelso Terrance West, al que los Ravens dieron poco protagonismo, y que terminó en un pase de Flacco para su TE Gilmore para adelantarse en el marcador. 

Ante los fallos de su inoperante ataque solo Jamison Crowder, el eléctrico receptor ex de Duke, pudo brillar. Él tumbó a todo el equipo de punt de los Ravens cuando retornó uno de 85 yardas para la primera anotación de Washington en el partido y el primer punt retornado desde 2008. Dustin Hopkins, que estabá todavía a la espera de su primer fallo, erró el extra point por culpa del viento, y más tarde falló otro field goal de 56 yardas.

El segundo cuarto fue de nuevo dominado por la defensiva. Justin Tucker anotó un FG para unos Ravens que acabaron con una efectividad del 20% en terceros downs. Más tarde, y aprovechando un fumble de Matt Jones, el jugador franquicia de los Ravens pudo anotar otro pero prefirió intentar la jugada de engaño y falló. Lo curioso fue que en esta jugada Tucker se alineó como si fuera a patear con la izquierda, cuando él es diestro.

El regreso de vestuarios nos dejó la clave del partido. Cousins pudo conectar por fin con sus receptores y los Redskins consiguieron ponerse por delante en el marcador por primera vez en el partido tras un TD de 21 yardas de Pierre Garçon. Poco después y tras un magnífico trabajo del punter de los de Baltimore Sam Koch los Redskins comenzaban a atacar en su yarda 3. Y sucedió. CJ Mosley interceptó a Cousins pero en el retorno cometió un fumble que terminó en touchback y una ganancia de 17 yardas para los visitantes. En ese mismo drive Dustin Hopkins anotó el último FG que daba una ventaja de 6 puntos a los de Washington.

El último cuarto fue un quiero y no puedo de los dos ataques contra dos defensas en estado de gracia. El partido pudo tornar de color morado cuando Flacco conectó con Perriman para la anotación a menos de 40 segundos del final pero los árbitros decretaron, correctamente, que solo había apoyado un pie dentro del campo. Después los locales perdieron el balón debido a la enorme presión que generaron los Redskins, que consiguieron tres sacks y un buen número de QB pressures. 

Los Ravens intentarán levantar su mala racha fuera de casa, donde han ganado sus dos partidos disputados, contra otros rivales de la NFC Este en clara regresión: Los New York Giants. Los Redskins, por otro lado, se enfrentan a una dura prueba en su duelo divisional en casa contra los Philadelphia Eagles.