Aaron Rodgers apareció y los Green Bay Packers respiraron tranquilos. No porque puedan estarlo sino porque aún pueden pelear. Con la victoria ante los Eagles, los de Wisconsin se ponen, con 5-6, terceros de su división a dos victorias de la cabeza. Interpretando estos números se puede decir que es dificilísimo que los Packers alcancen los Playoffs pero también que aún no lo tienen todo perdido. Esa es la lectura importante de esta victoria.

Sin embargo, el partido empezó complicado para los 'queseros'. Tras una buena primera serie ofensiva de Rodgers, que les llevó a adelantarse, 7-0, el primer drive de los Eagles mostró como la defensa de Green Bay seguía teniendo los mismos agujeros que el queso del sombrero de sus fieles. Carson Wentz llevaría el ovoide a la endzone para empatar el encuentro.

En la segunda serie para el conjunto de Wisconsin, Rodgers volvió a hacer de las suyas para volver a anotar y dar un golpe de autoridad. Este partido no lo querían perder.

A partir de ahí algo cambió y la defensa de los Packers despertó. Ha Ha Clinton-Dix interceptó un balón y, hasta el final del encuentro, solo permitieron cinco conversiones de tercer down a los Eagles, 5 de 11 intentos. Los de Philadelphia se vieron reducidos a tres puntos en toda la segunda parte.

No es que Carson Wentz no estuviera bien, es que la unidad defensiva quesera estuvo a un nivel superior que el resto de partidos y, combinada con dos faltas decisivas cometidas por la defensa de Philadelphia, acabaron por lastrar a la franquicia del estado de Pennsylvania. 

Por último, Aaron Rodgers fue otro factor determinante. Por algo es el mejor quarterback de la competición. Al final, 30/39 para 313 yardas y dos touchdowns y esa mirada desafiante, intimidatoria que pone el californiano cuando está disfrutando desarmando a la defensa rival. El ataque de Green Bay supo manejar el reloj con series ofensivas larguísimas, a veces gracias a las faltas de los Eagles, combinadas con la épica que solo Rodgers sabe dotar al juego. Como ejemplo, el cuarta y cinco que el quarterback resolvió con un pase de 21 yardas a Nelson, impecable.

Cuando Aaron Rodgers disfruta del juego es cuando los Packers dan miedo y cuando son contendientes a ganarlo todo. Lo malo es que esta temporada se le ha visto más veces desquiciado que a gusto sobre el emparrillado. Está por ver si este partido se convierte en el primero de una racha ganadora que les meta en postemporada o solo es alargar la agonía de una temporada perdida.

Philadelphia ha tenido mala suerte. Los Eagles están teniendo un buen año en cuanto a juego pero su división está potentísima y por eso están 5-6 con pocas opciones de llegar a Playoffs. Está siendo una gran temporada para ellos donde han visto la explosión de su novato, Wentz, y han sentado las bases para ser tremendamente competitivos a partir del año que viene.