No fue el día para Eli Manning. El quarterback y sus Giants se vieron incapaces de establecer ataques de calidad ante los Pittsburgh Steelers este domingo en el Heinz Field de la ciudad de Pennsylvania. Los de la gran manzana confíaron en que su defensa les aguantar el partido pero ante los Steelers son pocas las unidades defensivas capaces de contener a Roethlisberger y compañía.

Pese a la victoria, se pudo a ver a unos Steelers un tanto incómodos en ataque al principio del partido. El ataque comandado por 'Big Ben' y Bell no conseguía concretar ni causar peligro. Aun así, el poco acierto del ataque neoyorquino no les causó urgencia. En la primera parte, un safety dio los primeros puntos a los acereros de Pittsburgh y, más tarde, gracias a un field goal y un touchdown de Antonio Brown les pusieron con una distancia insalvable para los Giants.

Al descanso, los Steelers llegaron ganando 14-0 tras otro field goal y que Manning lanzara un par de intercepciones a la end zone. Después de las citadas intercepciones, la cara del QB de los Giants recordó a la que puso cuando su hermano vencía en la Super Bowl 50 ante los Panthers. No es una cara de resignación, enfado o de rabia. Es, simplemente, una cara de indiferencia total. ¿Queda Manning para mucho? Solo él lo sabe.

Ya en el tercer cuarto Jennings metía de nuevo a los neoyorquinos en el partido tras un fumble perdido de LaVeon Bell en la yarda 17 de su campo. Los Steelers hicieron gala de la 'Ley del mínimo esfuerzo' de la forma más eficiente posible con un pequeño tirón para volver a anotar, esta vez Ladarius Green, y ponerse 21-7. Los de Pittsburgh iban a ganar, y sin sufrir, por mucho que los Giants lo intentaran. Estaba sentenciado.

La única nota positiva del partido del conjunto de Nueva York fue la aparición de Paul Perkins, RB rookie, que dejó alguna que otra carrera que invita al optimismo. Al final del último cuarto, con unos Giants totalmente desquiciados, un nuevo field goal de los Steelers ponían el 24-7 en el marcador. Un resultado que maquillarían los neoyorquinos con un touchdown de Shepard.

¿Cuánto le queda a Manning? Nadie lo sabe, quizás ni él mismo. ¿Es aventurado decir que se lo vaya pensando? Seguramente. La cuestión es que su partido y su actitud no invitan a pensar en que pueda recuperar un nivel ni tan siquiera parecido al de los años en los que se alzó con el anillo. 

Los Steelers, por su parte, siguen en la lucha por los Playoffs en la AFC Norte. Siguen segundos, con récord compartido con los Ravens pero con el enfrentamiento directo perdido, y esperando a que Baltimore pierda. Si ambos conjuntos siguen ganando, se verán las caras en un duelo decisivo el 25 de diciembre a las 10 de la noche que puede valer la participación en enero.