Los Seahawks vuelven a volar. Sí, la metáfora está clara. Los Seahawks vuelven a ser ese equipo que llegó a dos Superbowl: un equipo duro, aguerrido y con espíritu. Esta temporada solo se habían visto flecos de ese potencial en el partido contra los Patriots. Después del varapalo de la semana pasada ante unos Buccanners que les superaron gracias a su front-seven. Esta vez le dieron la vuelta a la tostada contra unos Panthers que poco se jugaban, y poco se juegan ahora, que intentaban dar la mejor imagen posible y buscar una posible victoria para mantener algo más de suspense a una temporada que no da más de sí.

Partido igualado hasta que aparece Rawls

El partido empieza con oportunidades para ambos con ambos equipos usando la carrera en prácticamente cada jugada y con mucha intensidad. En el primer cuarto los locales se colocaron 10-0 aunque con los Panthers atacando bien y siendo agresivos buscando el juego profundo. Conforme pasaba los minutos los Seahawks se sentían más cómodos y conseguían yardas en cada balón y con la línea ofensiva aguantando bien.

Poco a poco la línea fue desfalleciendo y el control del partido con ello. Fruto de ello Wilson lanzó una intercepción que en el siguiente ataque los Panthers transformarían en sus únicos siete puntos del partido. La siguiente jugada fue una carrera de 45 yardas de Rawls que ponía de nuevo los 10 de ventaja. Desde ese momento el partido se tornó definitivamente a los locales que empezaron a dominar todos los aspectos del juego. Antes del descanso anotarían seis puntos más. 23-7 y todavía quedaba la segunda parte.

Quemen reloj para irnos antes

Vuelta del descanso y Lockett se inventa una jugada de 75 yardas para otros siete puntos más. A partir de ese momento el partido cambía a "vayámonos que ya es tarde". Los Panthers intentaron anotar pero más con intención de maquillar el resultado que de remontar porque los Seahawks estaban intratables en la defensa, tanto en carrera como en pase aunque los visitantes tiraban de orgullo para sacar yardas. Además la defensa funcionaba pero si no se sacaban puntos la remontada era imposible y el reloj cada vez más vacío.

El último cuarto empezó con Wilson y Graham dominando y colocando siete puntos más en el marcador. Fue casi el único momento de brillantez y asociación de ambos. De la perspectiva positiva es que los de Seattle no dependen de ellos a 100% pero lo van a necesitar a un alto nivel para la postemporada. Antes de acabar el partido Hauschka podría el 40-7 definitivo. Un partido muy desequilibrado en el marcador pero no tanto como parece en el juego. Los Panthers tuvieron sus opciones de meterse en el partido pero si las desaprovechó. Unido a los errores defensivos en varios momentos y la brillantez local en otros hizo que la victoria pareciera un oasis. Los Seattle Seahawks a por el primer puesto de la NFC, los Carolina Panthers a dar minutos a todos y a por el draft.