Los Green Bay Packers acabaron con las esperanzas de los Giants en un partido que estuvo totalmente dominado por el equipo 'quesero'. Los neoyorquinos encontraron en los receptores un lastre para el ataque. Esta vez, Eli Manning cumplió y consiguió sacar buenos pases para unos receptores que no fueron capaces de atraparlos.

Esta claro que alguien no está muy concentrado en jugar a football cuando se ha pasado parte de la semana en Miami en un yate relajándose. Odell Beckham Jr., el sensacional receptor de los Giants, y Victor Cruz, compañero en las formaciones ofensivas, pasaron parte de la semana previa al encuentro en Florida. Después de este partido tendrán bastante más tiempo para planificar unas buenas vacaciones.

Ya en el primer drive de juego Manning consiguió sostener el ataque hasta situarse a 35 yardas del touchdown. Entonces, lanzó un misil hacia Odell, que les habría hecho avanzar hasta la yarda tres del terreno Packer, que no pudo atrapar y dio por finalizadas las esperanzas de anotar al principio del partido. Pero el mal juego de los receptores de Nueva York no había hecho más que empezar.

Precisamente las manos de OBJ, uno de los mejores receptores de la competición, fueron un flan cuando intentaron atrapar los insistentes, y bien medidos, lanzamientos del quarterback 'gigante'. En el segundo drive ofensivo, el mismo Beckham no consiguió una recepción que habría sumado un touchdown. Shepard, que acompañó a Odell en la mayoría de snaps, tampoco fue fiable e hizo dos drops imperdonables durante la primera parte.

...Y apareció Rodgers

Y obviamente, como en todos los deportes, quién mucho perdona todo lo pierde. Aaron Rodgers, el mejor quarterback de la NFL, olió la sangre que derramaban los incesantes errores de Nueva York y decidió atacar y sentenciar el partido. Tras cinco drives en el que la defensa 'gigante' obligó a los Packers a quedarse sin sumar, Rodgers cogió a su ofensiva y dio un puñetazo sobre la mesa. 

Tras una primera parte donde no había destacado demasiado, a falta de segundos para acabar la primera mitad se sacó un obús de debajo de la manga desde su campo para que Cobb lo atrapara y pusiera el marcador 14-6 al término del segundo cuarto.

Al final del encuentro, y con una segunda mitad en la que Rodgers estuvo inmenso, los Packers ganaron por 38 a 13 ante una defensa que estuvo inmensa -pese a haber permitido esos 38 puntos-. A los Giants les faltó el ataque cuando tuvieron la oportunidad de matar el partido rápidamente y fue Green Bay quien pasó a la ronda divisional, donde ya les esperan los letales Cowboys de Dak Prescott.

Tras el partido se dijo que Beckham estaba muy enfadado con su actuación. No pasa nada, ahora tiene tiempo para coger otro yate e irse a Miami a relajarse y a pasar el disgusto. 

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Sobre el autor
Àlex Soler Fontán
Periodista deportivo amante de los deportes americanos.