Probablemente, este duelo sea el más táctico de los cuatro juegos divisionales, ya que se moverán como piezas de ajedrez ante el estudio de sus entrenadores. Pete Carroll cuenta con una unidad extraordinaria: es la 3° defensiva que menos puntos recibió y la 5° mejor en yardas permitidas. La ausencia de Earl Thomas no fue problema ante Lions y la idea está por encima de las ausencias, sobre todo porque la defensiva tiene varios jugadores importantes. La “legion” es intimidante, pero no invencible. Durante el año, Arizona y Green Bay le marcaron más de 30 puntos y el promedio de anotación por partido de Atlanta es de casi 34.

Matt Ryan es el responsable del juego aéreo que la franquicia consolidó desde su llegada. Julio Jones (1.409 yardas) es un as para las atrapadas y con él todo es más fácil para Ryan. La sorpresa de esta temporada fue el juego terrestre, que alcanzó el quinto puesto en la NFL, gracias a las 1.079 yardas y los 11 touchdowns de Devonta Freeman. Con este tridente (Ryan-Jones-Freeman), Falcons fue la ofensiva número 2 de la Liga, anotando 63 touchdowns; el que más registró.

El poder aéreo de Falcons ante la fortaleza defensiva de Seahawks es un capítulo de esta historia. Otro, deberá escribirse a partir de lo que pueda ofrecer el conjunto de Dan Quinn en la trinchera. La defensa de Atlanta fue la 25° de la NFL, dejando mucho que desear a la hora de rechazar oportunidades de anotación. Seattle podrá sacar provecho de ello con su ataque mixto, siempre y cuando la línea ofensiva responda, tal vez su punto débil, tras los años de gloria con Marshawn Lynch.

Ante las falencias de su línea, Russell Wilson (4.219 yardas) sabe moverse y tiene grandes opciones de pase, como Doug Baldwin, Jimmy Graham y Jermaine Kearse. No obstante, Wilson deberá cuidarse a la hora de lanzar, ya que muchas veces fue interceptado por apurarse en el momento del pase. Este año sufrió 11 y acertó 21 anotaciones. Por último, por tierra aparece Thomas Rawls, quien estuvo ausente algunos juegos, pero regresó con todo ante Detroit y fue la figura de Seahawks.

Los de Seattle irán de visitante, algo no muy cómodo para ellos. Sin embargo, este tipo de partidos agrandan al conjunto de Carroll ante la adversidad. Delante, Falcons jamás pudo prosperar en playoff más allá del Super Bowl de 1999. El duelo es 'atrapante' y su final bastante inesperado. 

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