Hace apenas cinco meses abundaban las cábalas, quinielas y predicciones sobre qué equipos permanecerían en pie a estas alturas de la temporada. Si nos fijamos en la AFC, la gran mayoría apuntaban a que tanto los Patriots como los Steelers eran los favoritos absolutos. Su camino, sin embargo, no estuvo exento de dificultades. New England tuvo que afrontar el primer cuarto de la temporada sin su quarterback estrella, Tom Brady, mientras que Pittsburgh se veía a mediados de enero con una racha de cuatro derrotas consecutivas y la necesidad de jugarse el puesto de postemporada con Baltimore.

Aún así, aquí estamos. Llegamos al final del calendario con los dos grantes titanes de la conferencia viéndose cara a cara en el partido por el campeonato. Ambos equipos llegan con rachas espectaculares, sin conocer la derrota desde el 13 de noviembre. Los Pittsburgh Steelers basan su juego en el control del balón con un inspiradísimo Le'Veon Bell y una línea ofensiva que ha ido aumentando su nivel de competitividad conforme avanzaba la temporada. Su defensa ha progresado adecuadamente y en los últimos meses concede menos de veinte puntos por partido. New England, por su parte, confía en el equilibrio de su ataque y en la unidad defensiva que menos puntos concede; sin olvidar a la histórica dupla formada por Belichick y Brady.

Los Patriots, claros dominadores de la conferencia en este siglo, disputarán el partido por el campeonato de la AFC por sexto año consecutivo, undécimo en total en la época de Brady y Bellichick. En los diez anteriores poseen un balance de seis victorias por cuatro derrotas, produciéndose tres de ellas en los últimos cuatro años. El enfrentamiento entre Patriots y Steelers en postemporada lleva sin darse más de diez años, por lo que en el partido del domingo por la noche las espadas estarán por todo lo alto.

Como ya sabemos, Bellichick suele centrarse en anular el arma de ataque principal de su rival. Tratándose de los Steelers, no será tarea fácil. El triplete formado por Big Ben, Brown y Bell es un arma ofensiva prácticamente imposible de parar. La defensa de New England limitó a Bell a 81 yardas en su enfrentamiento en octubre, a pesar de que registró 68 yardas de recepción. Antonio Brown, por su parte, acumuló 106 yardas de recepción. La clave del partido para la defensa de New England estará en la red zone. La cuestión no será tanto anular las aportaciones Bell y Brown, sino limitar su impacto. La mentalidad en el vestuario de los Patriots será similar a que de nada sirve que Brown supere las 100 yardas de recepción y que Bell supere las 150 por tierra si acaban produciendo solo seis field goals. Hará falta algo más que 18 puntos para derrotar a estos Patriots en su casa. Pittsburgh buscará presionar a Brady de la misma forma que lo hicieron conjuntos como Houston o Denver, para sacarlo de sus casillas y forzar errores en el impecable quarterback.

New England, ofensivamente, confía en su potente ataque terrestre y en una unidad más equilibrada que nunca. Durante los últimos años los Patriots han presentado conjuntos unidimensionales que acababan cayendo en las garras de potentes defensas que únicamente tenían que centrarse en desarmar el ataque aéreo comandado por Brady. El ejemplo más claro se vio la temporada pasada, cuando los Broncos golpearon a Brady más de veinte veces y acabaron llevándose el partido. La potencia de Blount y el cambio de ritmo de Dion Lewis, junto a la versatilidad de White, otorgan a New England un backfield que no se veía en el conjunto de Foxboro desde los años de Corey Dillon.

Si bien el duelo entre el backfield de New England y la sorprendente defensa de Pittsburgh se presenta interesante, el que enfrentará a Bell y a la defensa de los Patriots es el que atrae todas las miradas. Belichick y Matt Patricia tendrán que elaborar un plan para reducir su impacto. El gran nivel de los DTs de New England -Branch, Brown y Valentine- les ha permitido anular a corredores de primer nivel durante todo el año, pero Le'Veon Bell pertenece a una categoría aparte. Registrando cifras récord en estos partidos de postemporada y en la recta final de la temporada regular y siendo la piedra angular del ataque de Pittsburgh tanto en yardas y puntos como en control de reloj, el brillo de Le'Veon Bell será directamente proporcional al resultado. Ahí estará Alejandro VIllanueva, en el extremo izquierdo de la línea ofensiva de los Steelers, para intentar allanarle el camino.

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