Las protestas raciales parecen haber vuelto a tomar fuerza en los Estados Unidos. El problema es cuando, en un pedido de igualdad, terminas quedándote sin trabajo. Este es el caso del QB Colin Kaepernick, quien este año sigue siendo un agente libre hasta el momento. El hombre que supo llevar a los 49ers de San Francisco al Super Bowl comenzó su protesta en un partido de la pretemporada del año 2016, alegando que no se iba a mostrar orgulloso con una nación que oprimía a la gente negra.

Hoy en día, a casi un año de la primera vez que Kaepernick se arrodilló en la ceremonia antes del partido, la protesta ha crecido en el entorno de la NFL. Varios jugadores se unieron durante la temporada regular, y uno de los que recientemente se ha sumado a la protesta es el ala defensiva de los Seahawks, Michael Bennett. Uno de los referentes del equipo de Seattle dijo que estuvo pensando todo el verano acerca de sentarse durante el himno nacional, pero que tomó la decisión durante el fin de semana, después de los eventos en Charlottesville, Virginia.

Bennett, entrando a su novena temporada en la liga, volvió a sentarse durante la ceremonia preliminar al segundo partido de la pretemporada en el que Seattle se impuso por 20 a 13 sobre los Vikings de Minnesota. Su compañero de equipo Justin Britt lo acompañó parado a su lado y con una mano en su hombro.

El gesto de Britt no es algo aislado, sobre todo con los dichos de Bennett esta semana. El ex de Texas A&M cree que el apoyo de jugadores blancos podría aportar a la causa. “Solo tomaría un jugador blanco para que las cosas cambiaran realmente, porque cuando alguien del otro lado lo entiende y da un paso hacia adelante puede cambiar toda la conversación” comentó el veterano tackle defensivo la semana pasada en una gran cadena de televisión.

Quien también tuvo su palabra en esta larga lucha contra el racismo fue Richard Sherman, tal vez el mejor cornerback de la liga y compañero de equipo de Bennett. Sherman es miembro del comité ejecutivo de Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA, por sus siglas en ingles), y ha tomado el caso con seriedad. “Los dueños de los equipos critican a Kaepernick por arrodillarse y tener un pensamiento. Es injusto, porque él ha ganado partidos”, comentó con algo de enfado en USA TODAY.

Tanto Sherman como Bennett piden por la no discriminación a los jugadores de color. Hay un total desprecio a Kaepernick, un jugador que llevo a los 49ers tan lejos como nadie en los últimos veinte años. Pete Carroll, head coach de los Seahawks, trajo al ex jugador de San Francisco a practicar con su equipo, pero finalmente no fue firmado. Carroll apoyo el pedido de Kaepernick, Bennett y de los otros jugadores que se han arrodillado, pero también dijo que estos deberían pararse al momento que suene el himno.

Lo cierto es que el pedido de los jugadores negros de la NFL es totalmente legítimo. Hay una discriminación hacia ellos incluso a la hora de firmar contratos –por más masivos en cuanto a dinero que parezcan-. Los GMs tendrán que reconsiderar su posición, sobre todo sabiendo que si por racismo la liga va a dejar de lado grandes talentos –por si no queda claro: Kaepernick llevó a San Francisco a un Super Bowl-. Pero lo que pasa en la NFL es solo un reflejo de lo que pasa en un país, donde la prometida libertad parece cada vez estar más lejos.