La situación de los quarterback en Denver durante el año pasado fue complicada. Tras la retirada de Peyton Manning y la marcha de Brock Osweiler a los Houston Texans, todo se quedó entre el veterano Mark Sánchez, en aquel momento el recién drafteado en primera ronda, Paxton Lynch y Trevor Siemian, elegido en 2015 en la séptima ronda.
Ante la sorpresa general Siemian logró conseguir el puesto mientras que Sánchez era cortado y Lynch trataba de mejorar su juego en la NFL. Sin parecerlo debido al nulo juego de carrera de los Broncos y al 9-7 final, el trabajo que hizo el joven quarterback fue realmente bueno para ser una séptima ronda. Con 14 partidos como titular, 3.401 yardas de pase, 18 touchdowns, 10 intercepciones y un 84,6 de rating superó con creces la temporada anterior de Manning y Osweiler, pero parecía que Siemian sería solo un parche. Lynch por otro lado solo tuvo dos titularidades, consiguiendo 497 yardas, dos touchdowns, una intercepción y un 79,2 de rating.
Este año parecía claro que Lynch empezaría ya la temporada como titular, con los Broncos drafteando a Chad Kelly en la séptima ronda y a Kyle Sloter como rookie no drafteado. La lesión de Kelly además parecía que evitaba el problema de un quarterback que había sido infravalorado en el draft, dejando el camino limpio para Paxton.
Pero durante el training camp se empezó a ver qué Lynch no estaba preparado para jugar como titular, dejando la situación realmente complicada. El inicio de la pretemporada fue aún más desastroso, con un Lynch que a pesar de tener buenos números no mostraba seguridad alguna, un Siemian que estaba jugando bien y un Sloter que consiguió dirigir el tráfico para ilusionar a la afición de Colorado con que incluso fuese él el titular.
El segundo partido volvió a mostrar lo mismo, Sloter no falló un solo pase, Siemian dirigió el tráfico sin problema mientras que Lynch siguió quedándose muy corto en lo que se espera de un primera ronda del draft. No es normal que un QB de ese nivel sea incapaz de superar con facilidad a la segunda y tercera línea defensiva de un equipo del nivel de San Francisco 49ers, además de dar por momentos la sensación de estar tremendamente verde.
Finalmente Vance Joseph confirmó que sería Siemian quién mantuviese el puesto de titular. El problema viene respecto a las cualidades de Lynch, es cierto que en el periodo universitario parecía un jugador de la NFL, pero actualmente parece que el jugador no tiene las características que necesita un jugador del primer nivel. Siemian por otro lado es lo que ofrece, un jugador medio, posiblemente de los mejores suplentes que haya en toda la liga, pero no parece el hombre que te pueda llevar a una Superbowl por sí solo.
John Elway tiene delante suya una de las misiones más complicadas para un general manager. Necesita acertar con un quarterback que sea capaz de conseguir un aumento para el nivel que ya tiene la defensa mientras que mantiene al resto de la plantilla en el nivel que se espera de ellos.