Hay veces que los cronistas exageran un mal partido para convencer al mundo de que ha ocurrido algo interesante, en este caso ni el mejor periodista podría mostrar emoción por el vergonzante espectáculo que hemos vivido. Ha sido un enfrentamiento digno del duelo por el número uno del draft que se esperaba pero con la aparición de situaciones que uno no esperaría ver en un campo de la NFL.

Los New York Jets llevan un récord de 3-2 después de este esperpento y siguen sin salir de los cinco peores equipos de toda la liga. ¿Y esta posición? Por el partido ofensivo que hoy se ha marcado el equipo neoyorkino. Con solo 34 yardas de carreras es muy complicado ganar un partido si no te lo regala el rival, pero si además tu QB titular es Josh McCown pues la sensación es que en una temporada normal el récord sería de 0-5.

Pero es que el partido de los Browns es digno de una comedia de humor absurdo. No es normal que un equipo de la NFL llegue tres veces a las últimas veinte yardas para perder tres veces la posesión. O fallar dos FG consecutivos realmente sencillos sin que el balón siquiera se acercase a los palos. Los Browns por momentos parecía que no querían ganar el partido, porque esos fallos son inaceptables.

El partido se inició con una defensa sólida por parte de ambos equipos pero sin éxito en el ataque. Los Browns lograron asentar un juego agresivo de carrera pero Kizer se encargó personalmente de evitar que se transformasen en puntos. Primero el Rookie fue incapaz de dar un Toss sencillo, provocando la pérdida de balón para posteriormente sufrir una intercepción digna de un universitario.

Por otro lado McCown seguía sufriendo ante la defensa de los Browns, recibiendo una intercepción que no acabó en puntos debido a un garrafal error de Zane Gonzalez, el cual antes del descanso volvió a errar un FG sencillo ante la desesperación de la afición de Ohio. Pero por si no era suficiente, Catanzaro no falló un FG largo para acabar la primera parte, dándole la primera ventaja a los Jets.

Cambio de pasador, cambio de cara

El inicio de la segunda parte, se inició con un cambio de QB en Cleveland. Kizer fue sentado después de su horrenda primera parte y Kevin Hogan tomó su lugar, teniendo un primer gran drive que acabó en siete puntos para el equipo. Los Jets volvieron a recuperar la ventaja y a partir de ese momento volvieron los problemas mentales de los Browns, con fallos de concentración y la sensación de que la defensa se había quedado dormida.

McCown da el balón a su RB. Fuente: New York Jets
McCown da el balón a su RB. Fuente: New York Jets

McCown consiguió la mayor diferencia para su equipo, diez puntos, 17-7, solo para ser contestado por otro buen drive de Hogan, el cual parece que le ha podido ganar la titularidad a Kizer. Pero un mal onside kick de Gonzalez provoco que el partido terminase con una victoria de 17-14 para el equipo neoyorkino.

DeShone Kizer es el primer QB novato de este año que es sentado después de ganar la titularidad, algo pocas veces visto, y más frente a un jugador de un nivel tan escaso como Hogan Solo 87 yardas y una intercepción es una de las peores cifras que se recuerda en esta temporada, lo cual explica el porqué del sentarle, pero no creo que Jackson se atreva a dejarle sin titularidad la próxima semana. En caso de que lo haga podemos despedirnos de volver a ver al jugador de Notre Dame más en la NFL.

Por otro lado Josh McCown completó otro partido decente, que sin ser nada del otro mundo le está sirviendo para lograr victorias, lo cual es un avance respecto al 0-16 que se creía antes de empezar la temporada. Puede que estos resultados no solo le permitan recibir otro contrato el año que viene, sino que logren sostener en el puesto a Bowles, el HC de los Jets, algo que nadie podía imaginar.

En definitiva este partido es algo que nadie recordará de aquí a dos días, solo porque ha sido demasiado doloroso a la vista para poder querer hablar sobre él. 

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