Ben Roethlisberger, el emblemático quarterback de Pittsburgh Steelers, atraviesa por uno de los momentos más complicados de su carrera. Su desempeño ha tenido una disminución considerable y la prueba a esto fue el pasado juego frente a Jacksonville Jaguars, en el cual fueron superados 30-09, resultado por el cual es considerado el peor partido en toda la trayectoria del mariscal de campo.

El futuro del Big Ben era incierto desde que la temporada 2016 concluyó, pues durante el encuentro contra Miami Dolphins de la campaña pasada apareció de nuevo la lesión en la rodilla, que padecía desde 2015, lo cual le impidió realizar su trabajo en los emparrillados.

El mariscal de campo lo había declarado, estaba cansado de este deporte y actualmente se puede comprobar que realmente lo está. Tan solo en el enfrentamiento con Jaguars registró números nunca antes vistos en un quarterback, pues no logró ningún touchdown y en cambio le interceptaron en cinco ocasiones, situación que mermó aún más su ánimo y la respuesta a ello no fue más que hacerse responsable de la derrota. “Quizás ya no lo tengo”, declaró en la conferencia de prensa posterior al encuentro cuando habló sobre su nivel deportivo.

La carrera deportiva del siete de Steelers se ha visto plagada de diversas lesiones, por lo que le hicieron que se perdiera algunos partidos. Éstas van desde situaciones en los hombros, el Tendón de Aquiles, los tobillos, el pie, las costillas y finalmente, la rodilla.

Actualmente, existe una gran probabilidad de que Roethlisberger opte por el retiro, durante o después de concluir esta campaña, ya que otro problema que le impide tener un mejor desempeño es su forma física, pues al no tener el peso adecuado sus movimientos se vuelven más lentos, lo que lo hace lento para esquivar las tackleadas. Sin embargo, debe haber paciencia con la decisión que tome, pues al igual que la temporada pasada, Pittsburgh tuvo un inesperado inicio de campaña.

Su edad también comenzó a ser un elemento de relevancia para que considerara desde hace meses el retiro. En marzo cumplió 35 años, los cuales han tenido un gran peso en la forma en la que se desempeña en el campo y en la toma de sus decisiones porque al sufrir alguna lesión, la recuperación de ésta se vuelve aún más lenta. Esto a pesar de que podría considerársele joven, a comparación de otros quarterbacks que tienen más años y aún juegan. Por ejemplo, Tom Brady tiene 41 y, en cambio, está  pasando por uno de los mejores momentos de su carrera.

Draft 2004

El talento de Big Ben llegó a Pittsburgh en 2004 cuando fue seleccionado en el draft de ese año en la posición 11 de la primera ronda. Desde ese momento hasta la actualidad no tuvo ningún otro equipo en la NFL, ya que se ganó la titularidad indiscutible gracias a sus triunfos. El contrato que firmó en ese tiempo lo aseguraba en el conjunto por seis años, duración que fue superada por más del doble de las temporadas.

Roethlisberger llevó a Steelers a tres Super Bowls, de los cuales ganó dos. El primero de ellos fue frente a Seattle Seahawks, tan solo un año después de ser seleccionado y en el cual fueron vencedores 21-10. El segundo campeonato llegó en 2008 en contra de Arizona Cardinals, enfrentamiento que ganaron por solo cuatro puntos, quedando 27-23. La buena racha la perdieron en contra de Green Bay en 2010, la sede fue en el Cowboys Stadium y el marcador quedó 31-25.

Así que, lo que necesitan Ben Roethlisberger y Steelers es tener paciencia y perseverancia ante el panorama que atraviesan y la principal razón para continuar en la lucha del Vince Lombardi es que cuentan con un ataque de leyenda conformada por el Big Ben, Antonio Brown y Le’Veon Bell.