Frescos y dispuestos a mejorar después de una semana de descanso, los Dallas Cowboys volvieron a la actividad en la NFL. Salieron del AT&T Stadium para Santa Clara y conseguir una holgada victoria holgadad ante San Francisco. Este triunfo para los dirgidos por Jason Garrett los podría meter de nueva cuenta en la pelea en su división esperando un resultado que los favorezca en el juego de mañana por la noche.

Magnífico inicio

Tres y fuera para la ofensiva de Dallas no fue nada alentador, pero en la patada de despeje un fumble en zona roja le devolvió el balón a los visitantes para concretar los primeros puntos de la tarde. El concierto del número 21 Ezekiel Elliott inició con dos anotaciones consecutivas y muy rápido en el juego darle ventaja a su equipo.

La tercera anotación para el corredor vaquero llegó en el segundo cuarto con un acarreo que superó las 25 yardas. Fue aquí donde se encendieron las alarmas para la estrella solitaria, su pateador Dan Bailey tuvo una lesión en la pierna que minutos más tarde se confirmó que dejaba el juego y tuvieron que improvisar con el defensivo Heath en la posición de Kicker.

Feed Zeke

Para el retorno de la segunda mitad, siguió siendo la misma tónica con los Cowboys mandando en el partido por la vía terrestre y área. La ofensiva aprovechó una cuarta oportunidad que no convirtió San Francisco y Zeke Elliott se escapara para 72 yardas en una corrida pegada a la línea para sentenciar el juego.

La producción aumentó con dos pases de anotación por parte de Dak Prescott, primero al Wide Reciever número uno: Dez Bryant y posterior fue con Jason Witten para formar ya la paliza. A mediados del cuarto cuarto salió del juego Dak con otro juego logrando tres Touchdowns y darle la oportunidad al QB novato Connor Rush.

Hasta el último cuarto fue cuando San Francisco entró por primera y única vez a las diagonales solo para hacer más decoroso el marcador. CJ. Beathard logró su primera anotación por la vía terrestre en la NFL y poner un resultado final de (40-10) que aún no le permite a los Niners ganar en lo que va del año; mientras que Dallas tiene una inyección de ánimo para afrontar el siguiente fin de semana un clave duelo divisional.