Sea cual fuere el equipo, nunca gustará ver una lesión tan desagradable como la que sufrió el tight end el partido pasado. En una jugada que parecía ser positiva para los Bears, Trubisky lanzó un envío a la zona de anotación donde Miller hizo la recepción, pero en el momento de caer en el pasto, la rodilla izquierda se dobló completamente y cayó fulminado.

Lamentablemente la jugada no acabó en touchdown, puesto que los colegiados indicaron que Miller no había tenido posesión del ovoide y los Chicago Bears tuvieron que ir por sólo tres puntos, aunque eso no fue la peor noticia, Miller fue llevado al hospital de inmediato debido a la lesión; posteriormente se comentó que una arteria principal había sido la afectada primordialmente y la pierna tenía riesgo de amputación. Hasta estos momentos, se ha estabilizado la pierna de Zack, donde al parecer ya no corre peligro por perderla. Los médicos aún no señalan que tan severa es la lesión de Miller para ver si podría volver a los emparrillados, por lo menos, en la siguiente campaña.

Miller en su etapa como universitario también jugó en la posición de quarterback para Nebraska-Omaha, pero fue seleccionado por los Jacksonville Jaguars en el 2009 como Tight End, logrando apenas cuatro anotaciones en tres años. Después llegó a los Tampa Bay Buccaneers, siendo cortado rápidamente y contratado por los Chicago Bears en el 2013, aunque debido a lesiones no fue hasta la temporada del 2015 donde pudo establecerse como titular en el cuadro ofensivo. Con los Bears ha conseguido 1,161 yardas para lograr 11 touchdowns, destacando que, en la victoria sobre los Rams en el 2015, tuvo una recepción de 87 yardas siendo la más larga desde 1999 en la NFL y la de mayor yardaje en los últimos 5 años para los Chicago Bears.