Aun así el inicio del partido fue muy positivo para los Rams, con un primer drive donde el equipo de Los Angeles dominó sin apuros a la defensa de los Vikings para ponerse por delante gracias a la carrera de Gurley rompiendo a la defensa. Con un mal primer drive de Minnesota todo parecía ponerse de cara para el equipo de McVay pero entonces aparecieron los hijos favoritos de Zimmer, su bestial defensa.

Tras hacerle el primer sack de la noche a Goff el ataque logró entonarse gracias a la brillante posición de campo con la que arrancaron. Tras un par de pases entre Keenum y sus receptores, Murray logró una carrera para poner el 7-7 en el marcador y la sensación de que Minnesota aún no estaba muerta, lo cual se transformó en una afirmación tras otro punt provocado.

Pero como siempre cuando se habla de Minnesota algo tiene que salir mal. Kai Forbath falló un FG de cuarenta y ocho yardas, lo cual permitió a los Rams tener la oportunidad de irse por delante al descanso. Goff movió bien las cadenas pero un pase a Kupp acabó en un fumble en la endzone de los Vikings ante la desesperación del equipo de McVay, que vio como su equipo llegaba al descanso empatado a pesar de haber sido superiores.

Keenum y Thielen empiezan a bailar

Tras un inicio equilibrado los Vikings tuvieron otra oportunidad de ponerse por delante hasta que fallaron un Fg aún más sencillo. En ese momento la sensación fue que Minnesota podía complicarse la vida pero la defensa aguantó lo suficiente para que el ataque volviese a ser dirigido por Keenum y Murray hasta que el segundo anotó su segundo TD de carrera.

Adam Thielen corre tras recibir. Fuente: Minnesota Vikings
Adam Thielen corre tras recibir. Fuente: Vikings

Desde este momento hasta el final el partido fue un monólogo morado gracias a que la defensa siguió impidiendo cualquier movimiento del ataque y Keenum conectó para un pase de 65 yardas con Adam Thielen. Para redondear el marcador Kai Forbath anotó un FG que puso el 24-7 definitivo.

Adam Thielen volvió a superar las cien yardas de pase, logrando números que solo había logrado Randy Moss. Keenum sigue por su lado llegando a las 280 yardas y sin una sola intercepción, en números que le permiten seguir presentando su caso por la titularidad. Por otro lado Murray está entonándose poco a poco en el juego del equipo permitiendo al equipo no echar de menos a Cook.

La defensa está al mejor nivel a pesar de que Rhodes sigue tocado y eso se notó en un enfrentamiento con un ataque que está siendo de los mejores de la temporada. Goff y Gurley no pudieron implementar el novedoso playbook de McVay porque literalmente la defensa rompió el juego de carrera, obligando al jugador de segundo año a buscar el juego de pase donde los Vikings se sienten mucho más cómodos.

Todo esto no es baladí ya que los Rams han demostrado la solidez de su defensa pero la línea ofensiva de Minnesota aguantó los golpes sin ningún tipo de problema, logrando que Keenum sobreviviese otro partido sin sacks. Estas cifras permiten a Minnesota decir que es el equipo que menos sacks ha sufrido en toda la liga, lo cual facilita la labor del QB.

Este partido puede tener graves implicaciones en el futuro próximo porque los Rams se han complicado su clasificación al playoff mientras que los Vikings ya están a solo tres victorias de lograr su objetivo de volver a estar en los partidos de enero.

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