Es cuarto down. Tu defensa ha conseguido frentar al ataque rival en las tres jugadas anteriores y el contrincante se ve obligado a sacar al campo al equipo de punt. La sucesión lógica de eventos en el fútbol americano sugiere que van a patear el balón, entregándoselo a tu ataque y dándote de esa forma una oportunidad de anotar. Y entonces el castillo de naipes se cae al suelo. El rival ejecuta una jugada de engaño y no solo no te entrega el balón, sino que mantienen su ataque con vida. O peor: te anotan.

Esa sensación la han tenido ya unos cuantos equipos en esta campaña. Son varios los conjuntos que se han atrevido a realizar la triquiñuela y echar el todo por el todo en el tan temido cuarto down. Entre ellos observamos que hay uno con la tendencia más marcada, los Jacksonville Jaguars.

Tres de tres

Los Jacksonville Jaguars sufren para mover el balón en ataque. La solidez de su defensa —la mejor de la liga— los mantiene en los partidos, pero a veces su unidad ofensiva necesita un pequeño empujón para coger calor y terminar de arrancar. En esas situaciones hay que buscar la chispa donde sea, y los Jaguars la han encontrado en los equipos especiales.

Este mismo fin de semana pasado, en su duelo ante los Colts, quisieron encender la fogata de primeras. Con apenas cinco minutos transcurridos Brad Nortman se dispuso a realizar un punt y entregar el balón a los rivales. Tal y como el ovoide alcanzaba sus manos, el jugador se colocó y encontro a James O'Shaughnessy desmarcado para una ganancia de 29 yardas. El equipo de retorno de punt de los Colts no lo vio venir ni por un segundo, y el movimiento de escabullida de O'Shaughnessy pasó completamente desapercibido.

Esta jugada de engaño les sirvió también para estrenar el marcador en su duelo ante los Chargers el mes pasado. En esta ocasión el primer cuarto estaba cerca de expirar y ambos conjuntos habían sido incapaces de anotar. Fue entonces cuando, en una jugada de punt, el snap fue dirigido al corredor Corey Grant, que encontró el hueco en la desprevenida cobertura de los angelinos y marchó aprovechando los bloqueos de sus compañeros hasta atravesar la línea de gol. El partido acabaría ganándose de forma dramática en la prórroga con un field goal. Equipos especiales.

La primera vez que ejecutaron esta jugada, sin embargo, fue en un escenario mucho más favorable. Los Jaguars disputaban su partido anual en Londres ante los Ravens y entrado el último cuarto apabullaban a los de Baltimore en el marcador con un puntaje de 37-0. En una jugada de punt aparentemente intrascendente los Jaguars entregaron el balón con el snap directamente a Corey Grant —al igual que posteriormente harían en el partido con los Chargers— y el veloz corredor llevó el ovoide hasta la yarda diez de los rivales. Los propios comentaristas del partido debatían en la retransmisión si la jugada era realmente necesaria teniendo en cuenta el marcador o si era un vacile innecesario. Cada uno lo puede interpretar como quiera, pero al César lo que es del César, la jugada estuvo ejecutada de forma impecable.

Alrededor de la liga

No se puede decir que sea una jugada demasiado común, pero este año la hemos visto alguna que otra vez. Los Rams, que tan habitualmente realizaban estas jugadas bajo las órdenes de Jeff Fisher, aprovecharon el buen brazo de su punter Johnny Hekker en el duelo ante los Redskins de la segunda jornada de liga para conseguir un primer down intentando remontar un partido que finalmente acabarían perdiendo. Sin embargo, la jugada funcionó a la perfección. Hekker encontró a Reynolds en la banda y consiguieron el primer down.

Los Bears recurrieron también a las triquiñuelas para intentar complicar las cosas a los Vikings en su duelo divisional de la quinta jornada. El punter, O'Donnell, conectó con Benny Cunningham en la jugada de engaño y los de Chicago anotaron para recortar distancias en un partido que, hasta ese momento, marchaba 10-2 para los visitantes.

Incluso los Patriots, que uno pensaría que no son un equipo que realmente necesite sacar puntos de jugadas de engaño, han recurrido a esta artimaña en la presente campaña. En su duelo de hace dos semanas ante los Dolphins la primera secuencia ofensiva de los chicos de Belichick fue detenida por la defensa de Miami, así que los equipos especiales acudieron al salve como tantas otras veces han hecho en la franquicia de Massachusetts. El snap fue directo a Nate Ebner (safety), que se escapó por el lado derecho de la formación y encontró el hueco para conseguir llegar mucho más allá del primer down. Los Patriots son expertos en sabérselas todas, y nadie invierte tanto en esa tercera faceta del juego —a veces olvidada— como New England. La mala noticia fue que Ebner se lesionó una rodilla en la jugada y se perderá el resto de la temporada.