En la NFC siempre ha habido dos velocidades, la que manejaban los Packers y luego la del resto de los equipos, este año los Vikings han decidido cambiar el rumbo marcado por el equipo de Aaron Rodgers, cuatro equipos que cada año se distancian más entre ellos.

La decepción: Chicago Bears

Cuando arriesgas tanto por el número dos del draft esperas que el jugador valga la pena. No se sabe esto de Mitch Trubisky por el mero hecho de que no ha sido entrenado para ser un jugador estrella o siquiera para ser titular. John Fox se ha quedado desfasado y ha hecho una defensa decente que se les está despedazando y un ataque que es sencillamente inoperante y más sin un juego decente de pase.

En 2014 tuvieron un 5-11, en 2015 un 6-10, en 2016 un 3-13 y este año van en camino de 4-12, un récord que hace que parezca que se está empezando a necesitar un nuevo entrenador. Habrá que ver la próxima temporada si deciden que van a hacer o si van a conseguir que Trubisky logre mejorar, pero de momento quince millones ya se han ido al sumidero con el fichaje de Mike Glennon, solo cabe esperar que no haya más gastos de este estilo.

Mike Glennon en su presentación. Fuente: Chicago Bears
Mike Glennon en su presentación. Fuente: Chicago Bears

Empezar el año pasado ilusionado y  acabarlo escuchando que Jeff Fisher puede ser el nuevo HC es la demostración de que están siendo años muy duros para la afición de los Bears. Parece que después del milagro defensivo que llevó a Rex Grossman a una Superbowl la franquicia ha entrado en una explosión digna de los Cleveland Browns y da pena verlo con una de las franquicias históricas.

La regularidad mediocre: Detroit Lions

Solo se puede resumir a este equipo con el análisis de su entrenador Caldwell, son un equipo cumplidor, el alumno que siempre saca un cinco y no le pidas salir de ahí. Ganan los partidos que tienen que ganar, pierden los partidos contra rivales con mayor calidad que ellos y se quedan con 9-7/10-6 para entrar en playoff y ser eliminados en primera ronda o quedarse séptimos u octavos de la conferencia.

Con un QB del nivel de Matthew Stafford se espera mucho más del equipo pero la defensa sigue siendo media y el juego de carrera es inexistente, sin un jugador que pase de las cien yardas de carrera de forma regular desde hace años. La NFL está centrada en el QB pero sin una forma que le permita abrir las defensas acabará encontrándose con incapacidad para lograr mejorar a lo largo de los años.

Dan Prater es aplaudido por sus compañeros tras anotar un FG. Fuente: Detroit Lions
Dan Prater es aplaudido por sus compañeros tras anotar un FG. Fuente: Detroit Lions

Los Detroit Lions arrancaron con la esperanza de poder destronar a Rodgers y a pesar de su lesión han sido incapaces. Hay que plantearse una nueva era en Detroit dirigida por Stafford, porque aunque es una mejora de los más oscuros de la historia es evidente que este no es el camino para que el equipo de Michigan llegue por primera vez en la historia a la Superbowl.

La balada de Rodgers: Green Bay Packers

Siempre ha existido debate sobre cuánto de importante era Rodgers para los Packers y este año ha devuelto una respuesta inequívoca, es la única persona a la que se aferra a la franquicia. Sin él son un equipo mediocre, con una defensa ridículamente entrenada y un ataque que sin Aaron pasa a ser de serie B, lo cual es la definición de dependencia.

Keenum corre ante la inoperancia de la defensa Packer. Fuente: Minnesota Vikings
Keenum corre ante la inoperancia de la defensa Packer. Fuente: Minnesota Vikings

No hace falta explicar que esa dependencia es culpa exclusiva del entrenador, Mike McCarthy. Un equipo es entrenado para que todos formen una plantilla y compitan, no para tener al mejor QB de su generación y que tenga que salvarte de una humillación día sí y día también. Si de algo ha servido el golpe de Barr es para demostrar que o las cosas cambian en los despachos y en la banda o la cercana retirada del número 12 puede ser un golpe mortal al dominio que tienen sobre la división.

Por el lado defensivo es desastroso como drafteando constantemente jugadores de secundaria el equipo falla año tras año en la misma posición, lo cual demuestra que Don Capers no se merece el puesto y que nadie debería plantearse renovarlo con la situación actual del equipo. Con Rodgers no se puede hablar nunca de reconstrucción pero cada vez es más claro que Green Bay empieza a necesitar pensar en el futuro y especialmente encontrar un jugador que pueda ser el heredero de dos QB legendarios como Favre y Rodgers.

Creencia sobre realidad: Minnesota Vikings

Cualquiera que hablase con un fan del equipo de las ciudades gemelas y le explicase lo que iba a ocurrir este año en enero se hubiese reído de él. Tras un año que empezó bien y acabó muy mal, las expectativas estaban puestas en la duda de siempre. ¿Es Sam Bradford alguien dispuesto a ser el líder de este equipo? Y especialmente, ¿hay una línea que vaya a protegerle?

En verano Spielman y Zimmer trabajaron para responder afirmativamente y la verdad es que lo consiguieron gastando mucho dinero en Reiff y Remmers y trayendo a un jugador como Elfein para hacer de center. La realidad es que una de las peores líneas ofensivas el año pasado ha pasado a ser capaz de proteger a su QB y de abrir huecos de carrera que en 2016 eran una quimera.

Respecto a Bradford la respuesta quedó en inconclusa y abrió la carrera de Case Keenum, un jugador desahuciado que ha pasado a llevar al equipo a los playoffs, ganando la división, y que puede incluso llevarlos al primer bye desde la década pasada. Lo cual tampoco es la demostración de lo que ha sentido la afición de Minnesota.

Case Keenum se abraza a sus compañeros. Fuente: Minnesota Vikings
Case Keenum se abraza a sus compañeros. Fuente: Minnesota Vikings

Sin Bradford apareció el RB rookie Cook para dar ilusión sobre un nuevo Adrian Peterson, en la cuarta jornada de la temporada se destrozó la rodilla. Teddy Bridgewater volvió a mitad de liga creando una controversia solo resulta por el tremendo nivel de Keenum y que sorprendentemente no ha provocado ningún roce, algo impensable a simple vista.

Zimmer ha formado una familia y es complicado saber si Minnesota será el primer equipo en la historia en llegar a playoff, de lo que no hay duda es que el entrenador ha conseguido revertir la historia de un franquicia que después del FG de Walsh hace dos años y en otro momento hubiese provocado una implosión que hubiese destruido todo.

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