Derrick Johnson vio en las últimas horas cómo los Kansas City Chiefs, ávidos de renovar su plantilla, decidían prescindir de sus servicios tras trece años vistiendo el blanco y rojo de la franquicia de Missouri. Como él, numerosas estrellas de la liga — ya sea por edad, por problemas físicos o por comportamientos fuera del campo — afrontan esta offseason con la incertidumbre de no saber si volverán a sus actividades habituales la próxima campaña. Entre ellos, dentro de la conferencia americana, figuran nombres como los siguientes:

Brian Cushing, LB (Houston Texans) 

El jugador supera ya los 30 años de edad y los Texans tienen una hornada de jugadores jóvenes en la posición. Sus problemas con las lesiones y las sanciones — fue sancionado con 10 partidos por consumo de sustancias ilegales en 2017, su segunda falta — lo convierten en una pieza demasiado poco fiable como para mantenerlo en las filas. Los 8.5 millones de dólares que cobraría en la temporada 2018 se antojan un precio demasiado alto, añadiendo más leña al fuego. Los rumores de su salida llevan meses dando vueltas por Houston.

Adam Jones, CB (Cincinnati Bengals)

Los numerosos problemas de fuera del campo de Pacman, además de su edad y su nivel de juego, lo convierten en un candidato claro a ser cortado. Los Bengals redujeron su tiempo de juego en la campaña 2017 y con un salario de unos 5,7 millones de dólares para la temporada 2018 parece lógico pensar que sus días en la franquicia de Ohio están contados. Sin embargo, tratándose de los Bengals, nunca se sabe lo que puede pasar.

Michael Crabtree, WR (Oakland Raiders)

El receptor de los Raiders sigue siendo una de las opciones favoritas de Derek Carr, y con la irregularidad que caracteriza a Amari Cooper el cuerpo de receptores de la franquicia de Oakland depende en gran parte del veterano. Sin embargo, el contrato actual de Michael Crabtree otorga al equipo la opción de cortarlo antes de la temporada 2018 sin tener que asumir ni un solo dólar de impacto. Por otra parte, Crabtree recibiría 7.7 millones de dólares de continuar en plantilla.

Mike Mitchell, S (Pittsburgh Steelers)

El defensor de los Steelers es el jugador más veterano de la secundaria del conjunto de Pittsburgh. Su rendimiento en la temporada 2017 fue irregular, y los 5 millones de dólares que debería recibir en la temporada pueden ser razón para prescindir de sus servicios en la temporada 2018.

Demaryius Thomas, WR / Emmanuel Sanders, WR / Aqib Talib, CB (Denver Broncos)

Los dos receptores estrella de los Broncos han pasado a ser vistos como prescindibles en una franquicia en la que la situación financiera y la posición de quarterback son las prioridades en esta offseason. Ambos jugadores ofrecen una opción de ahorro moderada, con contratos estructurados en vista a una posible "salida" en 2019. Las penalizaciones de dinero muerto en ambos casos son costosas, pero si los de Colorado deciden ir con todo a por un QB en agencia libre — por ejemplo, Kirk Cousins — deberán hacer hueco por donde puedan. Más sencillo es el caso de Aqib Talib, con un sueldo a percibir de 11 millones de dólares y una penalización de un único millón en el tope salarial. Con 32 años recién cumplidos, es bastante probable que Talib tenga pie y medio fuera de los Broncos. Si no consiguen un intercambio, lo cual se antoja complicado, tendrán que cortarlo.

Tyrod Taylor, QB (Buffalo Bills)

El QB de los Buffalo Bills percibiría 16 millones de dólares de continuar en el equipo en 2018. El impacto contra el cap sería de 18 millones, mientras que si deciden cortarlo la penalización en dinero muerto sería de tres millones en 2018 y cinco y medio en 2019. El ahorro para la presente campaña es notable, y el precio a pagar por un jugador con el que no parecían estar del todo a gusto — cabe mencionar el hecho de que lo sentaran por Nathan Peterman — es demasiado alto. Tiene toda la pinta de que Taylor ha jugado ya su último partido de blanco y azul.

Blake Bortles, QB (Jacksonville Jaguars)

Los Jacksonville Jaguars llegaron a la final de conferencia con Blake Bortles bajo centro, pero la sensaión general es que lo consiguieron a pesar de Bortles y no gracias a él. La defensa es absolutamente élite y con Leonard Fournette en el backfield no se puede culpar a los aficionados de los Jaguars por pensar que el éxito de este año debería mantenerse. El problema es que Bortles debería percibir 19 millones de dólares en 2018, y los Jaguars afrontan una temporada en la que Allen Robinson y Marquise Lee terminan contrato. Con nombres de calidad en la agencia libre y una hornada interesante de quarterbacks en el Draft quizás Bortles podría haber dicho su última palabra como jugador de los Jaguars.

Todo esto parece bastante sencillo, ¿verdad? Pues no lo es. El caso de Bortles no viene únicamente determinado por los fríos números. Cuando los Jaguars decidieron aceptar la opción del quinto año del contrato de Bortles tras la campaña 2016, otorgaron a la franquicia la posibilidad de tomar una decisión sin ningún riesgo antes de la temporada 2018. Sin embargo, Bortles lleva tiempo arrastrando una lesión en la muñeca (sabiéndolo en el equipo, ojo), y decidió pasar por quirófano tras la final de conferencia. Las condiciones del contrato de Bortles son claras: si el jugador no pasa el examen físico de los Jaguars en marzo de este año, los 19 millones se convierten automáticamente en garantizados. Ese examen físico tendrá lugar unas siete semanas después de dicha operación. ¿Será suficiente?

Los Jaguars tendrán alrededor de 16.5 millones de dólares de espacio salarial. Con renovaciones clave a la vista, si Bortles no se recupera a tiempo — y no parece probable — los Jaguars se estarán complicando las cosas sobremanera y puede que estén desperdiciando un año de esa defensa de élite.