El cierre de mercado está a la vuelta de la esquina, el día 26 serán las últimas operaciones que supongan el cambio de jersey para jugadores en esta temporada 2017-18, operaciones que los equipos que están apuntalando su clasificación para playoff aprovecharán para reforzar el equipo de cara a la lucha por la Stanley Cup, los que ya han descartado su presencia para conseguir elecciones de draft que les permitan soñar con un futuro mejor, pero ¿y Chicago?
Los Chicago Blackhawks se encuentran en una especie de tierra de nadie en la que no están descartados del todo, pero en la que siendo realistas, lo más probable es que vean los partidos en casa y los más lampiños sigan usando diariamente la maquinilla de afeitar. Pero se trata de un equipo que ha alcanzado la postemporada en las últimas nueve ocasiones, sumando además tres campeonatos, un pasado inmediato ganador que hacía preguntarse cuál sería la actitud de Stan Bowman de cara a lo que resta de mercado y de temporada regular.
Ya se conoce la respuesta además en boca del responsable mismo al respecto.
“No espero que seamos compradores este año”, añadiendo además, “No tiene que ver con nuestra situación actual en la clasificación, es solo que cada temporada es un poco diferente. Tu equipo es diferente”
“Creo que el punto fuerte de nuestro equipo está en el desarrollo de los jóvenes jugadores de los que vamos a disponer. Hemos incorporado muchos jugadores respecto al año pasado. No es fácil si cada año incorporas 11 o 12 jugadores nuevos”
Un año a contracorriente
Sin duda alguna esta es una de las temporadas más difíciles que está afrontando Chicago últimamente, no solo la eterna lucha contra el límite salarial que obligó al equipo a desprenderse de Artemi Panarin y Niklas Hjalmarsson, la baja de por problemas de alergia de Marian Hossa, o la lesión de Corey Crawford, ausente desde final de diciembre y que esta vez no está cubierto por un Scott Darling que voló hacia Carolina, son un lastre muy fuerte para afrontar la temporada, aún más cuándo los supuestos relevos como Brandon Saad o Patrick Sharp solo han dado ligeros fogonazos de lo que se esperaba de ellos.
De las grandes estrellas, solo Patrick Kane está a un nivel digno, Jonathan Toews, Brent Seabrook o Duncan Keith parecen haber perdido fuelle, por lo que ni siquiera han podido tirar del carro del equipo para levantar la temporada.
¿Apostando por la nueva era?
Pero no todo son malas noticias en la ciudad del viento, Alex deBrincat está empezando a mostrar con los mayores que las promesas que mostraba en el nivel junior pueden convertirse en realidad, Nick Schmaltz, Ryan Hartman y Vinnie Hinostroza siguen madurando y mejorando como jugadores a la hora de poder convertirse en el nuevo corazón de unos Chicago Blackhawks que parece que empiezan a pensar en la generación que debe sustituir a la que se ha convertido en auténtica leyenda. Así se ve el camino tras las palabras de Stan Bowman.