La respuesta de Evgeny Kuznetsov a la cuestión sobre su gran crecimiento en estos playoffs puede ilustrar a la perfección la manera en que los jugadores de NHL entienden que ciertas preguntas son directamente incorrectas. El delantero ruso sonrió y vino a decirle al periodista que debería ser un novato, para acabar expresando que no se sentía cómodo hablando acerca de su juego en términos individuales.

El periodista, en realidad, es un veterano en la liga, y la lección es que cualquiera que siga de cerca la NHL está más que advertido, o debería, que los jugadores literalmente odian hablar acerca de ellos mismos. Es algo que aborrecen, y acostumbran a sustituir el yo por el nosotros o por el tú, que en inglés sirve algo así como forma neutra. Cuando a Mark Scheifele le preguntaban por el secreto que le había llevado al aumento anotador, respondía: "No sabes si realmente hay algo concreto, sólo quieres jugar el partido y ayudar al equipo." 

Otro ejemplo nos lo daba John Carlson cuando esta misma semana era preguntado acerca de liderar la liga regular y los playoffs en puntos como defensa y acerca de lo que significaba el logro personalmente: “Es una cuestión de los compañeros que me rodean y han encajado en nuestro equipo y forma de jugar.”

Pierre-Edouard Bellemare lo deja claro: “Es un deporte de equipo. ¿Cómo puedes hablar sobre ti si has ganado el partido aunque hayas anotado tres goles? Alguien tiene que pasarte el puck antes de esos goles.” “Este es la forma en la que nos enseñan desde que comenzamos, he jugado en Francia, Suecia y ahora EEUU, y en todas las ligas es igual. Para los jugadores de hockey, hablar sobre ti mismo es algo que no está bien.”

Estos valores chocan frontalmente con el sentimiento de los aficionados e incluso del periodismo, tan tendentes a ensalzar las actuaciones individuales y a buscar nombres concretos sobre los que construir la narrativa del partido, la temporada o las finales. Si lo pasamos a números, un jugador estrella suele estar sobre el hielo un tercio del tiempo, con un cálculo generoso. Podemos decir que las leyendas sobre la Stanley Cup están repletas de héroes anónimos a los que se les apartó de los focos de manera injusta.

En el entorno actual de grandes titulares y de ídolos deportivos, el espíritu colectivo del hockey puede tener repercusiones negativas para la NHL. Por segundo año consecutivo ningún jugador de hockey aparece en la lista de los cien deportistas más famosos que elabora ESPN. No hay anuncios comerciales protagonizados por jugadores de NHL, si dejamos fuera a los patrocinadores de la liga.

Incluso hay declaraciones de un representante de jugadores de alto nivel afirmando que sus representados prefieren dejar pasar la oportunidad de contratos de publicidad si consideran que pudieran atraer excesiva atención sobre su figura, ensombreciendo así al resto del equipo.

Nathan MacKinnon también nos ilustra muy bien la visión de los jugadores sobre su deporte: “En otros deportes, uno o dos jugadores del más alto nivel, un quaterback legendario, Lebron, pueden llevarte a las finales. En hockey no es así, para nada.”

Brett Connolly va un poco más allá y señala a los jugadores de NBA y NFL como auténticas marcas deportivas en sí mismos. “No somos tan llamativos. Obviamente hay unos cuantos jugadores que sí hacen ese tipo de cosas, pero son minoría. Sólo sales a ocuparte de lo tuyo y que tu juego hable por ti. Esa es la manera de actuar de los jugadores.”

Contraste con otros jugadores de ligas norteamericanas

Todo esto parece indicar un curdo contraste con la cultura deportiva de los jugadores de NFL o NBA. Pero siendo justos, no todo el mundo parece estar cómodo con estas reglas no escritas. El reciente campeón con los Caps, Devante Smith-Pelly dio un punto de vista interesante: “Ves las entrevistas en televisión y siempre son lo mismo, siempre está el cliché. Si en algún momento alguien comenzara a hablar sobre si mismo, probablemente en poco tiempo todo el mundo estaría igualmente hablando sobre ellos mismos:” Cuando fue cuestionado sobre si le gustaría que esta situación cambiase, el jugador respondió: “Sí, bromeo con los demás, acerca que si anotara un hat track en la Stanley Cup, hablaría sobre lo bueno que soy y no sobre ninguno de vosotros. Siempre estamos bromeando acerca de esto. Me encantaría que Ovi dijera que es el mejor anotador de la liga” Pero eso no es lo que hacen los jugadores de hockey.

Bellemare también considera que ciertas cuestiones podrían cambiar: “Algunas veces nuestras entrevistas pueden resultar aburridas. Ocultamos nuestra personalidad, intentamos no errar en lo que decimos, en beneficio de la franquicia, y de la ciudad. En algún momento estaría bien que los chicos pudieran mostrarse tal y como son, que están enfadado, porque en el fondo a la gente le gusta ver la realidad de cada uno. Sin embargo no estoy seguro cómo podría cambiarse, ni que el cambio vaya a producirse. Muchos jugadores se sienten cómodos de esta manera.”

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