El Hard Rock Hotel & Casino presenció otro año más la gala de los NHL Awards en los que hubo más de una sorpresa. La gran temporada inaugural de Las Vegas tuvo su recompensa con los trofeos a mejor entrenador y a mejor General Manager debido a su desempeño para elaborar un equipo de la nada y hacerlo competir junto a la élite de la liga. William Karlsson consiguió el trofeo Lady Bing, que premia a la deportividad y el fair play. Deryk Engelland fue premiado por el liderazgo y el trabajo que hizo por la ciudad de Las Vegas después del ataque terrorista que sacudió a la ciudad antes de empezar la temporada regular.

Hall y McDavid, los mejores para la prensa y los jugadores

Tras el gran final de temporada de Taylor Hall y Nathan Mackinnon parecía difícil que no se fuesen a repartir los trofeos a mejores jugadores de la temporada. El gran mérito de ambos fue meter a dos equipos que acabaron en las últimas plazas en la temporada 2016-2017 en playoffs. Fue uno de los trofeos que se decidió por menos puntos, habiendo solo 70 puntos de diferencias entre los dos, pero el de New Jersey se convirtió en el primer jugador que recibe el MVP de la temporada para los Devils.

McDavid se hizo contra todo pronóstico con el trofeo a mejor jugador de la temporada votado por la asociación de jugadores, ya que la temporada de los Oilers fue decepcionante y no parecía ser el favorito.

Los otros triunfadores de la noche

El sueco Victor Hedman se hizo con el Norris Trophyque reconoce al mejor defensa de la liga, imponiéndose a P.K. Subban y a Drew Doughty. Pekka Rinne superó a Connor Helleybuck y a Andrei Vasilevskiy para hacerse con el premio a mejor portero de la temporada regular.

Brian Boyle, quien volvió a la competición tras superar un cáncer, y los Humboldt Broncos, también fueron galardonados por su compromiso por el hockey en unos de los momentos más emotivos de la gala. Así como el momento de reconocimiento a la carrera de Daniel y Henrik Sedin, quienes compartieron el King Clancy Trophy por lo que han aportado a la ciudad de Vancouver.

Barzal ganó de forma casi unánime el premio al rookie del año y Kopitar se impuso a Bergeron para ganar su segundo Selke Trophy. También se entregaron los premios al jugador con más puntos, que fue a parar a las manos de McDavid por segundo año consecutivo, el de máximo goleador que fue por séptima para Alex Ovechkin y al portero menos encajado, que fue para Jonathan Quick.