En las grandes ligas americanas es normal hablar de posibles reubicaciones de algunas de sus franquicias, la NHL no es ninguna excepción y menos a dos meses vista que se anuncié el veredicto de la famosa expansión. En este contexto, durante los últimos días han empezado ha circular unas informaciones que aseguraban un interés manifiesto de Peter Karmanos, propietario de los Carolina Hurricanes, en vender la franquicia a la multinacional Quebecor y trasladar el equipo americano a la ciudad de Quebec City. 

Dichos rumores fueron rápidamente desmentidos (en estos casos siempre sucede para no provocar una caída de interés local en el equipo) por el mismo Karmanos, asegurando que no tenía ninguna intención de mover la franquicia a Canadá. Su intención, a los 72 años de edad, es la de vender sus acciones a un posible comprador local de la zona estadounidense, reforzando y consolidando la presencia de la NHL en el estado y la ciudad de Raleigh.

Los Canes fueron reubicados de Hartford a RaleighHace dos décadas, el mismo Karmanos reubicó a los Hartford Whalers más al sur, hasta convertirse en los presentes Hurricanes. No es de extrañar que llegado el momento de vender sus acciones, en caso de no encontrar ninguna persona con ganas de mantener el conjunto sureño en la ciudad, puede decidirse en tomar el camino de la rubicación como ya hiciera en el pasado.

Quebec City con 'hambre' de NHL

La ciudad de Quebec City se encuentra inmersa en el proceso de expansión de la liga, esperando junto a Las Vegas, el anuncio oficial de Gary Bettman que se realizará el próximo junio. Sus opciones, a diferencia de la ciudad de Nevada, son cada vez menos claras debido en gran parte a la actual debilidad del dólar canadiense frente al estadounidense. Estas dudas junto con la gran inyección de dinero ($500 millones) que se necesita para obtener una franquicia NHL vía expansión hacen replantear de nuevo la táctica, siendo una reubicación de una franquicia actual, mucho más 'barata'. En todo caso, con un nuevo pabellón multiusos recién estrenado y un propietario con muchas ganas de traer de vuelta el mejor hockey hielo del mundo a la ciudad, la esperanza no es ninguna quimera.