Durante el día de ayer se dio a conocer la noticia de la transacción entre las dos franquicias, un movimiento que alertó a los fans de ambos equipos y les hizo reaccionar de forma muy dispar. En principio, el movimiento favorece sobremanera al conjunto de los diablos, que gracias a su general manager Ray Shero pudieron aprovechar la oportunidad de adquirir a uno de los delanteros más llamativos de la National Hockey League. Las reacciones no se hicieron esperar y medios como ESPN New York Post tacharon el traspaso como una ganga para los de New Jersey.


El anhelo de Chiarelli, general manager de Edmonton, de adquirir a un blueliner de garantías le hizo “tirarse a la piscina” y optar por liberar a uno de sus patinadores más productivos. Taylor Hall, de 24 años, cumplió la pasada campaña su sexto año en la liga. Con un promedio brillante en un equipo de baja categoría para sus aptitudes, superando en tres campañas los 25 goles y llegando en 2014 a los 80 puntos. Por su parte, el sueco Adam Larsson ha demostrado ser un jugador poco productivo, cerrando en su última campaña 18 puntos en más de 80 partidos disputados. 


Hall llega a los Devils con un sustancioso contrato, convirtiéndose en el mejor pagado de la franquicia y en una de sus piezas clave. Ha firmado un acuerdo que le atará al equipo hasta 2020 a razón de 6 millones de dólares por año. El diario canadiense Edmonton Sun destapaba una de las razones de Chiarelli para llevar a cabo el inesperado acuerdo. Y es que con la salida de Hall y la elección de Puljujarvi intentarían adquirir a Lucic y Jason Demers para cambiar el sistema de su equipo y tomar una posición favorable.