La primera de las dos semifinales enfrentó a dos grandes potencias del hockey hielo: la anfitriona Canadá y la siempre peligrosa Rusia. Canadá llegaba invicta tras haber ganado los tres primeros partidos de su grupo, mientras que Rusia cayó en el primer partido de su grupo con Suecia, pero luego solventó los dos siguientes para poder acceder a la semifinal del torneo.

El partido arrancó con un intercambio continuo de goles para ambos equipos, pero ninguno conseguía abrir brecha en el marcador. Hubo que esperar al minuto 13 para que tras un fallo de la defensa rusa. Sidney Crosby recogió el puck y se quedó solo ante Sergei Bobrovsky para anotar el primer tanto a favor de los canadienses. La reacción rusa llegó a los pocos minutos de comenzar el segundo tiempo. Nikita Kucherov y Evgeny Kuznetsov daban la vuelta al partido, pero poco les iba a durar la alegría ya que Brad Marchand igualó la contienda a dos goles para cada equipo.

En el último tercio del encuentro, Canadá volvió a desplegar su juego ofensivo y letal que le ha permitido llegar a la final. Los canadienses fueron una auténtica máquina de generar ocasiones y algunas de éstas se transformaron en goles. Marchand, por segunda vez en su cuenta particular, perforó la red al minuto del descanso. Posteriormente, Corey Perry y John Tavares ampliaban la diferencia y de poco iba a servir el gol que marcó Artemi Panari a segundos de acabar el encuentro.

El marcador mostró un 5 a 3 favorable a los canadienses y esperan en la final al combinado europeo. Canadá está a un paso de levantar el título en casa y obrar un campeonato perfecto: sin ninguna derrota y sin ninguna duda generada, ya que hasta la fecha han demostrado ser el mejor equipo del torneo.

La segunda semifinal

Suecia llegaba a la semifinal con solo un punto perdido en el torneo: dos victorias frente a Rusia y Finlandia y una derrota ante Norteamérica en la prórroga. Por otra parte, Europa había quedado segunda de su grupo por méritos propios ya que sorprendió a todos venciendo a Estados Unidos en el primer partido del campeonato.

Europa y Suecia iniciaron el encuentro con sendas oportunidades de gol, pero sin que ninguno de los dos tuviera alguna clara. Ya en el segundo tiempo, Suecia saltó al hielo con la idea de sorprender al rival con un juego directo y dejarlo sin opciones. Fue así que a los dos minutos de comenzar el parcial, Nicklas Backstrom anotó el primer gol para el conjunto sueco. Europa no bajó los brazos pero tampoco conseguía materializar sus ocasiones de gol, hasta que en los últimos cinco minutos de este segundo tercio, Marian Gaborik igualó el partido.

Tomas Tatar, nada más arrancar el tercer tiempo, obró la remontada para el equipo europeo y dejaba muy de cara el encuentro para los suyos. En los últimos minutos del partido y con Suecia volcada al ataque, Erik Karlsson puso las tablas en el luminoso y enviaba el partido a la prórroga.  En el tiempo extra, fue Tatar quien tiró de galones y anotó el 2-3 definitivo, consiguiendo meter al equipo All-Star europeo en la final.

El equipo europeo obtiene así un más que merecido premio y es el de disputar la final de la World Cup. Contra todo pronóstico, Europa ha dejado fuera de la competición a la República Checa, Estados Unidos y Suecia. En la final espera Canadá, contra quienes perdieron en la primera fase, pero ahora ya han aprendido de sus errores y demostrarán que son merecedores de jugar la final.