Cinco partidos consecutivos en casa han provocado el enfado tanto de jugadores, técnicos, aficionados y directivos de los New York Islanders en relación al estado del hielo de su pabellón. En concreto, tras el partido contra Arizona, Cal Clutterbuck, un peso pesado de la franquicia de Nueva York, criticó rotundamente el hielo, catalogándolo de impracticable y alegando que ha sido el peor estado que se ha encontrado en toda su carrera.

Es normal que un jugador de hockey hielo tenga el derecho a quejarse del estado del hielo, ya no solo por ser la superficie sobre la que se juega, sino que, además, el deporte en sí necesita de la velocidad y ello en un pobre estado del hielo no es posible, lo que hace que el juego se trabe.

Frente a este mal estado, se había contratado a un especialista a tiempo completo para poder realizar el mantenimiento adecuado del hielo, pero parece que no es suficiente. Hay algo más, el sistema de fabricación de hielo es insuficiente y la única forma en la que el defecto puede ser corregido es mediante la sustitución de las tuberías de plástico actuales por unas de acero. No todo sería coser y cantar, obviamente, ya que además de que la inversión sería muy elevada, el estadio debería cerrarse mínimo en los meses de verano.

Las críticas al Barclays Center ya comenzaron nada más conocer que sería la sede de los New York Islanders al comienzo de la pasada temporada, la 2015-2016. Entre otras cosas, es el segundo pabellón con menos capacidad de la NHL. Anteriormente, los Islanders disputaban sus partidos en el Nassau Coliseum desde su apertura, una arena la cual les ha dado muchas alegrías, sobre todo, las cuatro Stanely-Cups cosechadas de forma consecutiva desde la temporada 1979-1980 hasta la 1982-1983.

Han surgido algunas propuestas de cambiar la sede para los de Nueva York, como, por ejemplo, la ubicación más cercana que sería la de una nueva construcción junto al Citi Field, aunque, a día de hoy, parece improbable. Así que los neoyorkinos van a tener que plantearse si realmente tienen alguna opción válida sin salir de Nueva York donde puedan jugar sin inconvenientes al hockey hielo.