Los Toronto Maple Leafs quieren volver a serlo que fueron: un equipo ganador. Después de 10 años perdidos en el desierto con malas campañas, quedándose al borde los playoffs o con fichajes que no funcionaban. Esta temporada se ha ido enderezando el camino para los Maple Leafs que han mejorado considerablemente con respecto a sus últimas campañas. Es un hito muy notable ya que estamos hablando de un equipo con nuevos jugadores así como con un estilo de juego diferente al que llevaban practicando en los últimos tiempos. La publicación The Hockey Writers ha recogido una lista con las tres mayores sorpresas, positivas, de los de Toronto.

¡Oh Andersen, mi capitán!

El antiguo portero de los Ducks es la primera gran sorpresa de los canadienses. Y nos es que no conocieramos el potencial de Andersen sino que esa táctica de hacerlo el número uno de la noche a la mañana sorprendió a propios y extraños. Además con un contrato de 25 millones. Pues Frederik Andersen está respondiendo con calidad al reto y teniendo unos grandes números. Su 92% de paradas en los 34 partidos que ha jugado así lo refleja.

Nikita, un admirador, un amigo

El defensa ruso es por derecho propio una de las mayores sorpresas de la NHL en la actualidad. Después de un periodo de adaptación a norteamérica está respondiendo a gran nivel en la que es su temporada rookie. 16 puntos en en 40 partidos, además de un rendimiento en defensa de primer nivel. Desde luego en el ruso han encontrado un referente en defensa.

El resto de rookies

Muchísimos jugadores jóvenes tienen en plantilla los Maple Leafs. Es un equipo de futuro. Aún así no se descuida el presente. Los rookies responden y tiran del equipo como en el caso de Auston Matthews, el cual presumiblemente sea el mejor jugador de este equipo. En su primera temporada ya es All Star y se ha consagrado como el mejor posicionado a convertirse en el mejor center de la liga en un periodo breve. Tampoco se quedan a trás gente como Marners que lider al equipo canadiense en asistencias con 22 pases de gol. Además con una espectacularidad insultante. También el trabajo menos vistoso de Hyman, Carrick, Brown o Soshnikov, igualmente importante.