7 de febrero de 1976. Los Toronto Maple Leafs se preparaban para disputar el partido de esa noche, evidentemente ajenos a lo que iba a acontecer ante sus ojos. El antiguo récord se estableció el 28 de diciembre de 1944 cuando Rocket Richard estableció la marca de ocho puntos en un partido (cinco goles y tres asistencias). Los Montreal Canadiens vencieron aquella noche por un tanteo de 9-1 a los Detroit Red Wings. Parecía imposible que se batiera esa marca con la creciente profesionalización del deporte. Diez años después Bert Olmstead, también en los Canadiens, consiguió igualar la marca con cuatro goles y cuatro asistencias. Esta vez los verdugos fueron los Chicago Blackhawks que perdieron por 12-1.

El descanso de la victoria

En el segundo intermedio del partido Darryl Sittler fue informado de que estaba a un solo punto de igualar el récord de la NHL. "No me lo podía creer, el gol del empate me pareció increíble", afirmó Sittler hace un tiempo en NHL.com. A los pocos minutos el jugador consiguió romper la marca con su quinto gol, siete minutos después conseguía su sexto tanto y el décimo, y definitivo, punto.

Gol del empate de Sitrler. Foto: Toronto Stars
Gol del empate de Sitrler. Foto: Toronto Stars

Nadie se acuerda del portero 

Wayne Thomas, portero de los Leafs en ese momento, afirmó que se el momento en que su compañero batió el récord se alegró por su compañero, pero que le entristeció por su colega de tubos: el rookie Dave Reece. El ocupante de la portería de los Bruins estaba ocupando la plaza de Gilles Gilbert que en aquel momento estaba lesionado. Además era su segundo partido de titular en la NHL. Reece no fue sustituido porque Gerry Cheevers volvía a la NHL después de cuatro años y querían que redebutara en casa. En este partido los Bruins ganaron 7-0 con Cheevers bajo palos.