El deporte profesional es una auténtica selva en la que sólo unos pocos elegidos pueden sobrevivir. Poco importa lo que se haya hecho en el pasado y los éxitos logrados, porque cuando se cae en la irregularidad y los resultados, objetivos de la temporada no se cumplen, el despido se acerca cada día que el equipo no sube o no gana partidos.

El perfecto ejemplo de ello, han sido los dos protagonistas de este artículo. Claude Julien devolvió la Stanley Cup a Boston tras una larga sequía desde los tiempos de Boby Orr, en 2011 ganaba en un 7º partido trepidante en Vancouver. Y otra final pero perdida en 2013. Sin embargo, esta temporada irregular lo ha llevado a un despido de no sólo el entrenador que ganó la Stanley Cup, sino del entrenador con más victorias en la historia de los Bruins, un dato relevante en una franquicia con tantas décadas de vida.

Otro ejemplo quizás sin tanto éxito en su etapa en los Canadiens, es el de Michel Therrien. Tras varias temporadas con sabor agridulce, lastrado el equipos por bajas clave (Carey Price y P.K. Subban el año pasado, tras un arranque brutal), Playoffs decepcionantes, el equipo franco-canadiense ha decidido cambiar también de entrenador, apenas un par de semanas después que los Boston Bruins. El sustituto para los Canadiens ha sido Claude Julien, que sólo ha estado unos días en paro. Pese a pensar el propio Julien en tomarse un descanso, la oferta de los Canadiens, no podía pasarla por alto, aparte de la carrera exitosa en Boston, Claude Julien ya entrenó a los Canadiens de 2002 hasta mitad de la 2005/2006, temporada de regreso tras el lockout de la 2004/2005.

De momento para Michel Therrien no parece que vaya a encontrar un equipo tan rápido como Claude Julien, pero quien sabe si para la próxima temporada esté detrás de los jugadores en un banquillo en la NHL.