La NHL es, sin duda, la mejor liga de hockey hielo del mundo. En ella están los mejores jugadores del mundo y, en lo que repercute a esta sección, los mejores porteros del mundo. Casi todos los equipos cuentan con uno (o dos) capaces de cambiar el rumbo de un partido a su antojo, parar tiros a 160 km/h y dejar la portería a cero, aunque reciban 40 disparos. Es por ello que la exigencia es brutal, y algunos, aunque destaquen en varios partidos, es a la larga cuando deben demostrar si valen o no para la NHL, o solo son un fenómeno pasajero.

Este es, tristemente el caso de Andrew Hammond, un portero que llegó a la liga por todo lo alto hace dos años y ahora se encuentra en una situación complicada: su franquicia, los Ottawa Senators, le han puesto en waivers, mandándole a la AHL porque en el primer equipo es prescindible, ya que cuentan con dos porteros que lo están haciendo mucho mejor y él no ha rendido según lo esperado cuando se le ha dado la titularidad. Triunfar en la NHL es muy difícil, y menos en un puesto como el del guardameta, con solo dos jugadores por equipo.

Comienzos

Pero comencemos por el principio. Andrew Hammond nació un 11 de febrero de 1988 en White Rock, en el estado canadiense de British Columbia. Completó los cuatro años de carrera universitaria en Bowling Green, Ohio, cuyo equipo de hockey, los Falcons, militaba en la ya extinta CCHA (Central Collegiate Hockey Association). Hammond disputó un total de 119 encuentros (30-68-13), con un 90,4% de paradas, una media de 3 goles encajados y 8 shutouts. Esto no le valió para ser seleccionado en el Draft de la NHL, pero los Ottawa Senators le contrataron como agente libre por 2 años y 1,44 millones de dólares. La cosa pintaba bien.

Hammond con los Binghamton Senators | AHL

Fue asignado directamente al equipo afiliado a los Senators en la AHL (American Hockey League), los Binghamton Senators, con quienes disputó la temporada 2013-14. Disputó un total de 48 partidos, con un promedio de 2,81 goles y 91% de paradas. Con el primer equipo sólo tuvo la oportunidad de jugar el 27 de febrero de 2014, con motivo de la ausencia de Craig Anderson, portero titular, que estaba con su esposa, que estaba dando a luz a su segundo hijo. Hammond jugó 34 minutos, recibiendo 11 tiros y dejando la portería a cero. No está mal.

La temporada siguiente comenzó igual, con los Binghamton Senators, con quien jugó 25 partidos, con unos tristes 3,48 goles encajados y 89,8% de paradas. Pero tuvo que dejar la AHL cuando, el 16 de febrero de 2015, los Senators le pasaron al primer equipo tras la lesión de Robin Lehner, que no había completado una buena temporada hasta el momento. Craig Anderson también se lesionó esa noche en un encuentro contra los Carolina Hurricanes al ser golpeado por un delantero. Hammond salió a pista y recibió dos goles en cinco tiros y perdieron el partido. Pero tan solo dos días después dejaría a todos asombrados. Los Senators viajaban a Montreal para enfrentarse a los Canadiens, y se llevaron el triunfo por 3-2 en un partido en el que Hammond detuvo 42 tiros, concentrado de principio a fin y secando el ataque de los canadienses.

Y ese fue el principio de todo. No volvería a perder un partido hasta el 26 de marzo y los Ottawa Senators, que en febrero ya se les daba por muertos (20-22-9), vieron como ascendían puestos hasta poder clasificarse para los playoffs, con un 23-4-4 (50 puntos) desde la llegada de Hammond. Lo único que hacía, partido tras partido, era pararlo todo, incluidos dos shutouts seguidos contra Anaheim (25 paradas) y Los Ángeles (35). Hammond destaca por un patinaje veloz y por mantener la parte superior del cuerpo totalmente quieta cuando se mueve, cubriendo bien los huecos y sacando el catcher a pasear cuando es necesario. Realizó varias paradas abriéndose de piernas que asombraron a todo el mundo.

Hammond, junto a Craig Anderson | NHL

En la universidad, Hammond tenía la habilidad para “robar” victorias, por lo que su compañero de equipo, Wade Finegan, empezó a llamarle “Robber”, después “Burglar”. Luego vino simplemente “Burgs”, que acabó derivando en “The Hamburglar”. Con su llegada al estrellato, sedujo al público de Ottawa, que llegaba a los partidos vestido con antifaces y al final del partido, si Hammond hacía una exhibición, algunos espectadores lanzaban hamburguesas al hielo. ´Consiguió el apoyo de la gente. Sus números de ese final de temporada son, simplemente, brutales:

-20 victorias, 1 derrota y 2 derrotas en la prórroga

-94,1% de paradas, superando el 95% en 11 de 24 partidos.

-1,79 goles encajados de media, dejando la portería a cero en 3 ocasiones.

-Mejor jugador del Mes de marzo

-Empató el récord de la NHL de 80 años de antigüedad de recibir 2 goles o menos en sus primeros 12 encuentros como titular.

-Casi bate el récord de la racha de victorias más larga al comienzo de una carrera sin una sola derrota en temporada regular. Se quedó a dos de Patrick Lalimes (1997).

-La única derrota que tuvo fue en un partido en el que estaba lesionado y exhausto, y tuvo que abandonar el hielo después de 37 minutos y 5 goles.

Los Ottawa Senators aprovecharon este increíble momento de forma de su portero para crecer como equipo y conseguir victorias que les dieron confianza y ganas de llegar lejos. Terminaron la temporada con 99 puntos (43-26-13), sus mejores resultados desde el curso 2006-07. Al terminar cuartos en la División Atlántica, se clasificaron para los playoffs, enfrentándose en primera ronda a los Montreal Canadiens. Hammond disputó dos encuentros en los que no pudo conseguir la victoria. En uno recibió 39 tiros (4 goles) y en el otro 42 (3). El resto de los partidos los jugó Anderson, pero finalmente pasaron los canadienses. Ahí empezaron las dudas sobre Hammond, que parecía no jugar bien bajo presión.

Hammond detiene un tiro durante un partido ocntra Boston | NHL

Pero no tenía que preocuparse mucho por su continuidad, ya que los Ottawa Senators decidieron atarlo y renovarle por 3 años y 4,05 millones de dólares, que llama mucho la atención. Con esas cifras, se nota que confiaban en él, pero a corto plazo, ya que un jugador con tan poca experiencia es muy difícil prever rendimiento a la larga. Con Craig Anderson ya totalmente recuperado, la franquicia decidió alternarles en la portería. EL veterano guardameta completó una buena temporada, con muchas exhibiciones y numerosos partidos con más de 40 tiros, volviendo a conseguir la confianza del entrenador y hacerse con la titularidad.

Hammond, en cambio, jugó en una temporada entera lo mismo que en media el año anterior (24), teniendo muchos errores y encajando más de 4 goles en varias ocasiones. Las victorias no llegaban con él en el hielo y su imagen de gran portero se fue desvaneciendo. Llegó a jugar dos partidos en la AHL para permanecer caliente, ya que pasaba largos períodos de tiempo sin minutos. Terminó el año con un 7-11-4, con un 91,4% de paradas y 2,65 goles encajados. Los resultados del equipo estuvieron por debajo de lo esperado, finalizando quintos en su división con 85 puntos (38-35-9) y quedándose a las puertas de la postemporada.

Ya llegó el curso actual, que no pudo comenzar de peor manera para Hammond. Los Senators, que ya albergaban muchas dudas sobre su rendimiento, adquirieron a Mike Condon, proveniente de Montreal, poniéndole de segundo portero y dejando a Hammond como tercera opción. El inicio de la temporada coincidió con que a la mujer de Anderson le diagnosticaron cáncer, por lo que el guardameta de 35 años lleva todo el año alternando las pistas de hielo con cuidar a su esposa. Protagonizó un emotivo regreso contra Vancouver el 25 de octubre, dejando la portería a cero con 25 paradas. Con la bocina final arrancó a llorar entre los abrazos de sus compañeros. Tres noches después volvió a conseguir un shutout, esta vez contra los Oilers y deteniendo 37 tiros. Ha demostrado estar en buena forma a pesar de la edad, y a día de hoy, habiendo jugado muy pocos partidos (23, 15-7-1) promedia un buen 92,7% de paradas, 2,34 goles y 4 shutouts.

Con Craig Anderson demostrando su calidad, pero ausentándose en muchas ocasiones, había que ver si Mike Condon podía dar la talla o si Hammond tendría una segunda oportunidad. Y Condon demostró que es un gran portero desde el día 1. En Montreal no había sabido cubrir el inmenso hueco que había dejado el lesionado Carey Price, pero estuvo trabajando todo el verano para llegar en perfectas condiciones a la temporada. En su primer partido con Ottawa secó a los Vancouver Canucks con 27 paradas y cero goles encajados. Su forma de parar y moverse desprende mucha confianza y parece que lo que hace es fácil. Ha mejorado mucho su estilo de juego del año pasado al actual, y otras muchas actuaciones le han dado la titularidad de los Senators. Ahora mismo, tras 33 partidos (17-10-5), promedia un 91,3% de paradas, 2,47 goles y 5 shutouts.

Andrew Hammond ha tenido que asistir al auge de ambos porteros sin poder hacer nada al respecto. Disputó dos encuentros al comienzo del curso y luego estuvo sin jugar hasta diciembre, pero sin jugar ningún partido entero. En febrero, con la ausencia de Craig Anderson y para dar descanso a Mike Condon, Hammond volvió a tener minutos. Primero el sábado 4, con diez minutos y una parada contra Buffalo, y tres días después como titular contra los St. Louis Blues. Seguramente sea una noche que no se le olvide nunca. Los Senators recibieron una contundente derrota por 6-0, en el que Hammond, que recibió 30 tiros, encajó varios goles en los que apenas hizo el esfuerzo por tirarse. Ottawa ocupa la sexta plaza de la Conferencia Este con 70 puntos 32-20-6). Hammond, por su parte, sólo ha jugado 6 partidos, 4 de ellos como titular, aunque la poca cantidad de minutos produjo que solo se le contaran dos, ambos con derrota. Su 83,7% de paradas y sus 4 goles de media dejan mucho que desear.

La franquicia, tras considerar que Hammond es prescindible, decidió el 11 de febrero (el día de su 29º cumpleaños), ponerle en waivers, para un día después anunciar que era mandado a la AHL para tener minutos en los Binghamton Senators y con la intención de trabajar en una extensión del contrato para Mike Condon. Hammond ya había disputado 5 partidos en la AHL a lo largo del año, ganando dos y perdiendo tres, con un flojo 88,4% de paradas y 3,24 goles. Aún le queda un año de contrato y 1,35 millones por percibir, pero no es muy probable que la franquicia le vuelva a dar minutos el resto del año. El pasado miércoles por la mañana anunciaron que Hammond sufre una lesión, aunque aún no han confirmado la gravedad.

Es muy difícil saber si Hammond levantará cabeza y volverá a dejar a los aficionados de la liga con la boca abierta, pero lo que se ve a día de hoy es un claro ejemplo de un caso de éxito a corto plazo que a la larga ha demostrado ser un portero del montón, tener muchos fallos y encajar goles tontos. A pesar de ello, no deja de ser un portero de la NHL, o sea que calidad no le falta, y algún equipo falto de guardametas podría estar interesado en sus servicios los próximos años. No todos los días aparece un Carey Price o un Henrik Lundqvist. Las estrellas se labran con trabajo, dedicación, tiempo y demostración, noche tras noche, de que son los mejores porteros del mundo.

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Sobre el autor
Luis Carballo
Estudiante de Periodismo. Gran seguidor de la NHL y la NBA. Buscando el arte de contar historias. Twitter: @Luis_Carballo97