Tras la primera derrota en casa en las series eliminatorias de este año, los Nashville Predators viajaban hasta Anaheim con noticias aún peores, Ryan Johansen debía pasar por el quirófano y la temporada se acababa para el líder en anotación y soporte del equipo. Por si fuera poco, Mike Fisher también quedaba fuera, con lo que la sombra de la duda se posaba sobre los de Tennessee.

Los playoffs son largos para los equipos que llegan a estas alturas de temporada y se cobraban también en los Anaheim Ducks la baja de su goleador Rickard Rakell, pero aún así la vuelta de la serie a casa y la última victoria en la prórroga, les daba un suplemento de moral que pretendían aprovechar para superar a su rival golpeado por las circunstancias.

Y eso se vio en el inicio del partido, con unos Ducks que salieron volcados sobre la portería de Pekka Rinne, que volvió a recuperar el nivel de excelencia demostrado en la mayoría de los partidos que ha jugado, permitiendo a sus compañeros asentarse e ir buscando el contraataque. John Gibson resolvió su trabajo con solvencia también para llegar al primer intermedio con empate sin goles en el marcador.

El segundo tercio empezaba con sorpresa, Gibson lesionado dejaba la defensa de los tubos de Anaheim a Jonathan Bernier. Esto pareció darles alas a los visitantes que tuvieron una fase de dominio que no les dio fruto porque el sustituto seguía la labor de su compañero caído, parando con solvencia los tiros que recibía.

El partido volvió a la igualada tónica general con los Ducks recuperando la garra, y en un contraataque, Jakob Silfverberg sirve un pase a Brandon Montour que Rinne despeja con dificultad y dejando un hueco en su portería para que Chris Wagner hunda el disco en la red y le de ventaja a los de casa.

Cuando parecía que el partido se iría a la segunda pausa con el solitario gol de Anaheim, los Predators fueron capaces de aprovechar una faceta en la que estaban deficitarios como la superioridad numérica para devolver el empate y la emoción al partido por mediación de Colin Wilson.

En el periodo final los Ducks empezaron a perder fuelle poco a poco y los Predators empezaron a poner en más y más apuros a Bernier hasta que hacia la mitad del periodo Pontus Aberg puso en ventaja a Nashville. A partir de ahí, los californianos intentaron con más ganas que efectividad salvar los muebles, pero eran incapaces de superar a sus rivales, de hecho su portero no pudo abandonar la portería para alinear un patinador extra hasta casi el último momento por el dominio contrario, y cuando lo hicieron, fue para encajar un nuevo gol que sentenciaba el encuentro.

Ahora la serie vuelve a Nashville, y los Predators disponen de dos oportunidades para llegar a la final por la Stanley Cup, y la primera es en su propio fortín.

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