Gran partido el disputado entre Ottawa Senators y Pittsburgh Penguins, como no podía ser menos al tratarse del séptimo choque en una final de conferencia, en el PPG Paints Arena. Igualdad hasta el final donde un inspirado Chris Kunitz batía por segunda vez a Craig Anderson, clasificando a los estadounidenses para su segunda final de la Stanley Cup consecutivamente.

El primer periodo daba comienzo, el respeto se imponía pero el paso de los minutos parecía dar más fluidez al juego. Los porteros se imponían a las delanteras incluso en jugadas de mucho peligro, sin goles terminaba el acto inicial.

En la reanudación, serían los locales los que golpearían primero, tras una gran combinación de pases entre Kunitz y Sheary, el canadiense acabaría mandando la pastilla al fondo de las mallas, poniendo así el uno a cero en el luminoso. Pocos minutos les duraría la alegría a los Pens, Mark Stone superaba a Matt Murray tras un buen pase de Erik Karlsson, igualando la contienda. Sin más movimientos de resultado, finalizaba el segundo tercio.

Ya en el tercero, Justin Schultz en superioridad numérica ponía de nuevo a Pittsburgh arriba en el marcador, Anderson no podía hacer nada en un disparo muy inteligente fuera del campo visual del guardameta de Ottawa. Cuando ya la parroquia local cantaba victoria, Ryan Dzingel mandaría el choque a la prórroga después de rebañar un puck rebotado primero en el palo y después en la espalda de Murray, poniendo el parcial empate a dos.

Muchos nervios en el primer tiempo extra, ambos equipos vigilantes en sus defensas y atentos a posibles ocasiones en ataque. El marcador no se movería más hasta llegar a la segunda prórroga, aquí volvería a emerger la figura de Kunitz, el cuál mandaba el puck dentro de la portería visitante, dando así la victoria a los Penguins y el pase a la final de la Stanley Cup.

Grandes playoffs los realizados por Ottawa, llegando mucho más lejos de lo que la mayoría de expertos pronosticaban para ellos. Por su parte los Pens gozarán de una oportunidad de oro para coronarse campeones de la copa Stanley por segunda vez al hilo, algo que no consigue nadie desde que a finales de los noventa lo logrará Detroit Red Wings.

En la final espera Nashville Predators, auténtica revelación de la postemporada, siendo el día 29 el programado para dar el pistoletazo de salida a la ronda final.

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