Finalmente y tras alinearse varios astros en su favor, los Pittsburgh Penguins se alzaban vencedores de la Stanley Cup, repitiendo título en temporadas consecutivas, algo que no sucedía desde que en 1997 y 1998 lo hicieran los Detroit Red Wings.

Por su parte, Nashville Predators justos finalistas pero dejando la final con un sabor agridulce, entre la alegría de haber completado unos playoffs magníficos pero perdiendo una final marcada por decisiones arbitrales y detalles en el hielo que les privarían de un mayor premio.

El choque daba comienzo con ambos equipos un poco atenazados por la presión, atacando pero guardándose muy bien las espaldas. El tercio inaugural finalizaba sin goles pero en la reanudación ya habría la jugada polémica del encuentro, los árbitros pitaban muy rápido en una jugada en que Matt Murray no conseguía hacerse con el puck y terminaba al fondo de las mallas pero con el match ya parado, un tanto que en caso de haberse dado por válido (más paciencia a la hora de pitar de uno de los colegiados) podría haber cambiado significativamente el transcurso del encuentro. Aun así, Nashville tendría algunas acciones claras para avanzarse en el luminoso, al igual que Pittsburgh, pero ninguno de los dos conseguiría hacerlo, en buena parte por culpa de los dos guardametas, muy seguros durante los 60 minutos.

Con el tercer periodo en marcha, el cuál sería a la postre el último de la temporada 2016/17, los locales dispondrían de varios minutos de superioridad pero no sabrían batir la portería rival, incluso el poste se alinearía con Pittsburgh, evitando así una hipotética ventaja local. Con el tiempo casi agotado y la prórroga asomando la cabeza, llegaría el gol que daría el campeonato a los Penguins, sería un ex de Nashville el que lo haría posible. Patric Hornqvist aprovecharía una pastilla suelta al lado del marco de Rinne para golpearla con la fortuna de pegar en la espalda del portero y lograr el momentáneo cero a uno. Con los Predators volcados en ataque, sin tiempo ni guardameta, Carl Hagelin marcaría a puerta vacía el segundo de los Pens, certificando así la victoria.

Crosby | CBC.ca

Crosby, MVP de los playoffs

Sidney Crosby sería galardonado con el trofeo Conn Smythe (MVP de los playoffs) por segundo año consecutivo, algo que solamente tres jugadores (con él incluido) han sido capaces de hacer en toda la historia de la NHL. También destacar la labor de Mike Sullivan en el banquillo de los Penguins, siendo el segundo entrenador en lograr ganar dos Stanley Cups en los dos primeros años como técnico de un equipo.

Destacar el segundo shutout al hilo de Murray, allanando con sus actuaciones el camino para 'campeonar' en los partidos quinto y sexto.

En definitiva, quinta copa Stanley para los Pittsburgh Penguins, segunda consecutiva, con unos Nashville Predators que sin ninguna duda también habrían podido ser ellos los campeones pero la experiencia y 'algunos detalles' durante la final habrían decantado finalmente la balanza del lado de los de la ciudad del acero, terminando así un nuevo curso en la NHL plagado de grandes momentos.

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Sobre el autor
Isi Roquer
Coordinador de la sección NHL en VAVEL.com, colaborador de la difunta NHLspain y SportsmadeinUSA.com. Email de contacto [email protected]