Con su victoria de este pasado viernes noche, los Calgary Flames encadenan su sexta victoria consecutiva, tres de tres la actual gira fuera de casa, y que les convierte en uno de los equipos más en forma del momento actual de la NHL.
Año nuevo, vida nueva
Después de un dificultoso mes de Diciembre con un balance de 5-6-3, en el que parecía que al equipo de Glen Gulutzan les faltaba el instinto asesino para resolver los partidos ajustados, en el último partido del año, conseguían reponerse de la pérdida de una ventaja de tres goles para imponerse a Chicago Blackhawks e iniciar la racha actual que los mantiene invictos en este 2018.
Y todo ello a pesar de que hasta anoche, el gran referente del equipo, Johnny Gaudreau no liquidó una sequía goleadora que duraba desde el 14 de Diciembre y los equipos especiales tanto en superioridad como inferioridad numérica andan en el vagón de cola de la liga, pero dos nombres destacan por encima de los demás en este momento, Mike Smith y Micheal Ferland.
Mike Smith un muro fuera de casa
El cambio de aires ha sentado de cine al veterano (35 años) portero canadiense, una media de goles en contra de 2,50 y un porcentaje de paradas de 0,922 que lejos del Saddledome se convierten en unos alucinantes 1,96 y 0,942, dando una tremenda seguridad al equipo cuándo juega con el ambiente en contra.
Ya desde el inicio de la liga, la prensa y los analistas de Calgary, apuntaban a que él sería uno de los puntales de la temporada de los Flames, y a mitad de temporada es sin duda el líder en la carrera por el MVP del equipo.
Espectacular estado de forma de Micheal Ferland
Ya el año pasado estableció récords de anotación, tanto en goles como asistencias, y esta temporada no baja el pistón, a falta de 39 partidos ha superado sus números del año pasado y ya suma 28 puntos (19, goles, 9 asistencias), un gran rendimiento que incluso puede haber influido en la decisión de la directiva de cortar a Jaromir Jagr, al consolidarse el joven delantero canadiense en su juego.
Un jugador anotador, pero que no escapa al choque y al juego físico cuando este es necesario, otra de las claves de estos "ardientes" Flames.