El 27 de diciembre pasado, Corey Crawford era inscrito en la lista de lesionados (injury reserve) con el genérico upper body injury, es decir, una lesión relacionada con tronco, brazos o cabeza, como causa. 

Desde las oficinas de los Blackhawks, salvo asegurar su vuelta, solo un silencio sepulcral se oía sobre este caso hasta que el Chicago Sun Times ha conseguido confirmar de tres fuentes que Crawford sufre episodios de vértigo compatibles con una posconmoción cerebral, una situación que ha empezado a encender las luces de alarma en la dirección del equipo, ya que este diagnóstico no deja tan clara la vuelta del portero a la plantilla.

Apuesta contra el tiempo

Ahora la gerencia de Chicago se encuentra en la encrucijada, el límite para la realización de traspasos está a la vuelta de la esquina, el equipo, a diferencia de los últimos años, no tiene encarrilada su clasificación para playoffs, y no es lo mismo negociar de cara a reforzarse para la postemporada que afrontar una temporada que acabe en el mes de abril, y el 26 de febrero toca tener los deberes hechos.

Además los Blackhawks se encuentran con el inconveniente de que inscribir a Crawford en la lista de lesionados de larga duración, lo que permitiría aliviar el límite salarial a la hora de negociar incorporaciones, supone que debe quedar fuera del equipo al menos por diez partidos o 24 días. 

Una larga ausencia sin saber cuándo Crawford podría ser dado de alta. Podrían ser días, pero tampoco se descartan semanas o incluso meses, y estando como está Chicago en plena lucha por la supervivencia, dejarle en la grada estando sano para jugar, podría ser un tiro en el pie fatal para sus aspiraciones de esta temporada.

Así que la mejor jugada por parte del manager general Stan Bowman, más que buscar un portero en el mercado entre los disponibles, parece ser confíar en que Jeff Glass y Anton Forsberg, mantengan el fuerte hasta la posible vuelta de Crawford, y emplear sus esfuerzos en reforzar otras áreas de la plantilla de cara a conseguir la clasificación para la postemporada y luchar por la Stanley Cup.