En otra temporada para olvidar (y ya van siete), todo son problemas para los de Búfalo. Ahora su mejor jugador se lesiona.  Y es que a perro flaco todo son pulgas.

Es cierto que el equipo ya no tiene ninguna aspiración esta temporada, lo único quizá, salvar la humillación de quedar los últimos de la liga y para ello no dispondrán durante al menos un mes de Jack Eichel.

Los números desde la lesión

Los Sabres han jugado cuatro partidos sin Jack incluyendo el de la lesión, ya que esta se produjo al comienzo del encuentro. De esos cuatro partidos, los entrenados por Phil Housley han ganado dos y han perdido los otros dos, uno de ellos en la prórroga. Es cierto que las victorias se produjeron ante Boston y Tampa, dos de los mejores equipos de la liga y que la media de goles fue casi de cuatro por partido. Una cifra anotadora que no se alcanzaba desde hace mucho tiempo.

Parece que jugadores que estaban desaparecidos en combate como es el caso de Evander Kane o de Ryan O´Reilly, hubieran tomado por fin el protagonismo dentro del equipo al lesionarse su compañero. Dicho de otro modo, jugadores que estaban muy por debajo de su nivel han decidido jugar por fin, en vez de sestear.

Eichel sí o sí

Es increíble que en Estados Unidos la prensa publique artículos ofensivos culpando a la estrella de los Sabres de todos los males del equipo. Pues así es, ahora resulta que la culpa de las 41 derrotas del equipo la tiene Jack Eichel. Un jugador que lleva 22 goles y 31 asistencias para un total de 53 puntos, siendo uno de los mejores de la liga. Nada más que decir.

Su razón para semejante estupidez son los cuatro partidos que el equipo ha jugado sin su estrella en los que los Sabres han metido más goles, un hecho cierto y ha ganado a dos equipos importantes, pero repito, sólo son cuatro partidos. En cuatro partidos no se puede sentenciar e incluso querer vender a uno de los mejores jugadores de la liga y el que más ha hecho por el equipo esta temporada.

Yo en mi equipo siempre querría tener a los mejores jugadores, por eso nunca entenderé ese tipo de crítica parcial y oportunista que no tiene sentido alguno, y que más bien deberían ir dirigidas hacia otros jugadores. De todos modos, la última palabra la tendrá la directiva, que mucho deberá trabajar para reconstruir una plantilla alrededor de su jugador estrella, Jack Eichel.