Vuelve la Champions League. Vuelve la mejor competición del mundo. Con la 'Orejona' al fondo, lo que se vivió esta noche en el Allianz Stadium fue una auténtica furia de titanes. Como si de la película de Louis Leterrier se tratase, la Juventus se quería disfrazar de Perseo, un semidiós con sed de venganza. Enfrente, el Real Madrid, Una mala bestia enfundada en las pieles del monstruo invencible del inframundo Cetus. El rey de copas. 

La última vez que midieron fuerzas fue aquél histórico tres de junio en Cardiff. Un día especial para el bando blanco. Los de Zidane honraron a su historia y confirmaron su idilio con la competición. Con ese 4-1 en el recuerdo, 'Max' Allegri no quería cometer los mismos errores. El partido comenzaba desde el momento en el que se dieron a conocer los onces. El técnico de Livorno sorprendía a propios y extraños poniendo en liza el 4-2-3-1 pero con numerosas variantes, algunas obligadas por lesiones o sanciones (Benatia, Pjanić o Bernardeschi). Entraban Barzagli -y no Rugani-, el doble lateral con Asamoah y Alex Sandro, y un doble pivote formando por Khedira-Bentancur, con la caída de Matuidi

Un once bianconero que, en este caso, se veía 'contrarrestado' por el del Real Madrid. Los mismos valientes que hace diez meses salían de inicio en el País de Gales, con la consecución de la duodécima. El 4-4-2 con rombo, con la entrada de Isco y la baja de Bale. El malagueño destrozó el entramado defensivo de la Vecchia Signora en aquella final. Y hoy querían repetirlo en Turín.

El Bicho, una vez más

Pero no se cumplían ni tres minutos cuando volvió a aparecer él. La primera en la frente. Y sí, por la banda que indicaba desde un inicio que flojearía la escuadra local. Sí, fue el Yoko Ono de la Juventus. El depredador de Madeira. Cristiano Ronaldo dio el primer zarpazo, después de que Isco aprovechase la dormida de la zaga juventina por la banda derecha, dejando completamente helado el Allianz Stadium. Su 13º gol en lo que va de Champions League. Octavo tanto del portugués a la Signora. Tremenda bestia.

Cristiano Ronaldo en el momento que anota su 13º gol en Champions League este curso. / Foto: realmadrid.com
Cristiano Ronaldo en el momento que anota su 13º gol en Champions League este curso. / Foto: realmadrid.com

Lejos de arrugarse, los de Allegri agarraron el cuero y se hicieron con la posesión a partir del gol. Eso sí, ese control del partido finalizaba siempre con ataques estériles. Balones largos sin encontrar destino, cortes de Ramos, Varane, Casemiro o, en su defecto, Keylor Navas. El costarricense sacó una mano prodigiosa al remate a quemarropa de Higuaín. Todo esto sacaba hasta de quicio a Pavel Nedvěd, al que se le veía de pie en el palco dando instrucciones a destajo.

La polémica aterrizaba en Turín. Carvajal caía dentro del área tras un forcejeo con Asamoah, quien le ponía el codo en la cara. También la hubo en el otro área, con una posible mano de Casemiro después de un cabezazo de Chiellini. Envuelto en esos aires de tensión, Kroos se sacó un zapatazo desde el balcón del área que golpeó violentamente en el larguero de la portería defendida por Buffon. Una primera mitad que no dio para más.  Los blancos -hoy de azul verdoso-, muy pragmáticos, aprovecharon una de las dos claras ocasiones de las que disfrutaron, resistiendo a las continuas embestidas de la Vecchia Signora, la cual no encontraba el modo de descorchar el champán. 

Nuevo capítulo del dominio real

El segundo tiempo arrancó con el modo frenético ON. Idas y venidas, tanto de Juventus como de Real Madrid. En una de esas estuvo a punto de hacer el segundo el cuadro español, pero el chut cruzado de Cristiano Ronaldo se marchó el palo largo. Sin embargo, había una persona que no estaba satisfecha del todo. Ese era Zidane, quien fue el primero en mover el banquillo. Retiró del verde a un desaparecido Benzema y buscar la electricidad de Lucas Vázquez.

Cristiano Ronaldo lleva 14 goles en esta Champions League

Y fue el gallego quien revolucionó el duelo en esos instantes. En la primera jugada que tocó el balón, esta desembocó el segundo gol. En una falta de entendimiento entre Chiellini y Buffon, Ronaldo robó el cuero, se la cedió a Lucas, quien chutó pero se encontró con las manos  de Gigi. El rechace lo recuperó Carvajal, quien la puso al corazón del área y la empaló con una chilena estratosférica Cristiano Ronaldo. El gol soñado del portugués para poner patas arriba el Allianz Stadium con el 0-2 y poner pie y medio en las semifinales. El 14º y subiendo. Solo quedaba aplaudir, exactamente lo hizo el público que acudió esta noche. Y, para más inri, Dybala veía minutos después la segunda amarilla, dejando con diez a la Juventus 'autoexpulsándose'.

Cristiano Ronaldo se toca el escudo tras el gol de chilena. / Foto: realmadrid.com
Cristiano Ronaldo se toca el escudo tras el gol de chilena. / Foto: realmadrid.com

Y lejos de saciarse el Real Madrid, volvió a demostrar el hambre que tiene año tras año en Champions League. Quieren la 13ª. En el 72', los merengues volvieron a dar un mordisco a la eliminatoria con el 0-3. Asistencia perfecta de Cristiano para que Marcelo marcase por encima de Buffon el tercero. Una nueva clase magistral de Rey de Europa, devorando a su rival como ya lo hizo diez meses atrás. Enfrente, una Juve moribunda, que vagaba ya sin rumbo alguno. Incluso primero Kovačić tuvo en sus botas el cuarto, pero el pelotazo de croata acabó estrellándose en el travesaño. Y después, ya en el añadido, Ronaldo erraba en un pase de la muerte, mandándola por encima de la portería.

Final de la agonía en Turín para la Vecchia Signora, nuevamente sobrepasada por su enemigo íntimo. Y fin de una nueva fiesta del Real Madrid en su competición fetiche. Otra vez espoleados por el himno, acabaron despedazando a la Juventus. Cero a tres -y pudo ser al final algo más- y con el billete a 'semis' prácticamente en el bolsillo.  Primer triunfo en el Allianz Stadium, y lo hacen a lo grande. Esta vez, Perseo acabó siendo aplastado por Cetus.