No fue un mal resultado el de Australia, para nada, si lo comparas con el año 2017. Por aquel entonces, Max Verstappen quedó quinto lejos de Mercedes y Ferrari, mientras que Daniel Ricciardo tenía que abandonar por un problema mecánico. Este 2018 todo ha sido distinto.

Haber hecho los deberes en Barcelona, durante los test, te facilita mucho la primera carrera del año. El coche fue fuerte en Australia, pero la mala fortuna estuvo del lado austriaco, por lo que no pudieron demostrar su verdadero potencial. Una sanción a Ricciardo le hizo salir octavo, pero finamente quedó cuarto con opciones de arrebatar el podio a Kimi Räikkönen y Verstappen fue sexto, un resultado que influyó mucho el trompo que hizo a principio de la carrera.

Daniel Ricciardo, la regularidad amenazadora

Correr en casa siempre beneficia a cualquier piloto y el australiano sabe mantener la calma en momentos tensos. No era un fin de semana fácil, más aún si desde el viernes te comunican que serás penalizado con tres posiciones en parrilla por ir más rápido de lo debido cuando había una bandera roja en los segundos libes del año.

Clasificó quinto, un puesto por detrás de su compañero, los sábados no suelen ser el mejor día del piloto de Red Bull, a pesar de la sanción, pronto llegaría su mejor baza, la carrera. Salir octavo en Australia es salir en el mogollón prácticamente y llegar a dos curvas muy peligrosas, donde siempre suele haber toques, pero este año no pasó nada.

Ricciardo se lo tomó con calma, el Virtual Safety Car y luego el propio Safety Car le bastó para colocarse en esa cuarta posición, también respaldado por el gran ritmo que mostraba vuelta tras vuelta, y disputar hasta final de la carrera ese podio con Räikkönen, que hubiera sido el primero para él en casa. Después de todo, un resultado más que bueno.

De cara a Baréin, Ricciardo ha dicho: “Si eres rápido, no quieres tocar el automóvil, pero en Baréin te ves obligado a hacerlo ya que las condiciones cambian tanto en las noches. La pista es una en la que siempre he trabajado bien, así que esperemos que continúe siendo buena para mí”.

Daniel Ricciardo durante el GP de Australia 2018 | Foto: @redbullracing
Daniel Ricciardo durante el GP de Australia 2018 | Foto: @redbullracing

Max Verstappen, los nervios le pueden

El holandés estaba firmando un buen fin de semana, esto no quiere decir que el resultado final haya sido malo. Durante los libres se coló entre algún Mercedes o algún Ferrari, pero en clasificación tan solo pudo ser cuarto, también gracias al accidente de Valtteri Bottas en Q3, pero con esto no se quiere echar por tierra el gran trabajo que hizo el holandés, ya que tan solo se quedó a diez milésimas de Sebastian Vettel.

En la carrera, tenía detrás a un competidor nato, que no da nada por perdido, Kevin Magnussen. El danés le adelantó en la salida, el ritmo del Haas era muy bueno, pero el holandés no supo mantener las ganas de pasar si o si a ese coche, fuera como fuera y así pasó, trompo y perdida de dos posiciones que le hicieron colocarse séptimo.

Verstappen hizo su parada, salió el VSC a la misma vez que Fernando Alonso tenía que hacer su correspondiente cambio de neumáticos. El español salió de boxes y el holandés hizo lo que estuvo en su mano para rebasarle antes de llegar a la primera línea de Safety Car, pero no le dio tiempo, por lo que más tarde tuvo que devolver la posición a Fernando.

Vueltas y más vueltas hasta el final, la ventaja no crecía más del segundo, pero Verstappen no pudo con el McLaren, se tuvo que conformar con la sexta plaza, que tal vez podría haber sido mejor si el joven comienza a trabajar en los nervios, talento tiene para conseguirlo.

Max sigue la misma línea que su compañero sobre Baréin: “El fin de semana es muy interesante ya que solo tienes una sesión para entender cómo se comporta el auto en las condiciones de carrera nocturna porque las otras dos sesiones son durante el día. La pista en sí es muy técnica, tienes algunas curvas lentas y luego terminas en algunas curvas muy rápidas, lo que la convierte en un circuito divertido. Conducir bajo las luces siempre es bueno ya que no tenemos muchas oportunidades durante todo el año”.

Max Verstappen tras acabar la carrera en Australia | Foto: @redbullracing
Max Verstappen tras acabar la carrera en Australia | Foto: @redbullracing

Demostrar el verdadero potencial

De momento, parece que el motor Renault no puede ser una excusa de falta de rendimiento, de hecho, los franceses metieron sus seis coches con su motor en los puntos en Australia. El paso adelante en la unidad de potencia significa un pequeño paso para los equipos que lo montan y Red Bull es uno de ellos.

El coche es más agresivo que el de 2017 y han empezado con mejor pie este 2018, en Baréin quieren ir con calma, esta vez no deben permitirse fallar, si todo sale tal y como quieren, las posibilidades de subir al podio tampoco son tan disparatadas. Hace dos semanas aseguraron que pueden estar más arriba, tan solo queda demostrarlo.

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Sobre el autor
Jaime Chico Dueñas
Coordinador de F1 VAVEL. Me podéis encontrar en @JaimeCD4