El equipo italiano llega a Baréin como líderes, tanto en el Mundial de pilotos como en el de constructores, tras conseguir dar la sorpresa y colarse por delante del Mercedes de Lewis Hamilton.

Y fue una sorpresa debido al rendimiento que había dado la escudería en los entrenamientos de pretemporada de Barcelona, y en los libres, donde parecía que Ferrari incluso era el tercer equipo más rápido, por detrás de Mercedes y Red Bull.

Pero la Fórmula 1 es una competición en la que puede no pasar de nada en todo un gran premio o pasar de todo, y eso fue lo que pasó en Australia y lo que hizo a Ferrari llevarse la victoria y teñir de rojo el podio de Melbourne, con Vettel en el centro y con Raikkönen a la izquierda del alemán, tras ser tercero.

Asalto al liderato en Australia

La superioridad que reflejó el británico a bordo del Mercedes no se vio de una forma tan holgada durante el transcurso de la carrera. Kimi Raikkönen mantuvo la segunda posición y puso en aprietos a Hamilton tanto, que los de Brackley se olvidaron de Sebastian Vettel y en la parada en boxes taparon la posición del finés. Pero la suerte acompañó al alemán y los italianos lo aprovecharon.

Tras la salida del Virtual Safety Car, Vettel salió beneficiado y consiguió colocarse por delante del inglés con una gran estrategia del equipo rojo. Y esa posición Vettel no la soltó hasta el final de carrera, cuando cruzó la bandera a cuadros en primera posición.

Hamilton presionó al alemán hasta que tuvo que empezar a salvaguardar su monoplaza e incluso dio gracias de que se habían cumplido todos los giros del Gran Premio en Albert Park, porque Raikkönen estaba al acecho.

En definitiva, Ferrari calló las bocas que les dieron por muertos [al menos tras esta carrera] y vuelven a ser los principales rivales de Mercedes, a la espera de lo que puede ofrecer Red Bull en las próximas pruebas. 40 puntos en el mundial de constructores de cara a Baréin, y liderando todo.

Sebastian Vettel

El tetracampeón del mundo fue el que salió ganador y, como dice el dicho: "quien ríe el último, ríe mejor", y eso es lo que le pasó a Vettel sobre Hamilton. Tras un sábado que parecían verse a años luz, los puntos en la F1 se dan los domingos y Vettel lo aprovechó, se hizo grande e imbatible y, sobre todo, no desaprovechó la confianza que su equipo le depositó para llevar a cabo el desenlace del cuento de Albert Park.

Para Baréin solo espera conseguir lo mismo, volver a ganar la segunda prueba del mundial e irse a casa con 50 puntos bajo el brazo, volver a llevarse la victoria como hiciera el año pasado en el trazado de Baréin. Sabe que será difícil, pero también sabe que no será imposible y, como lleva demostrando muchos años, a la hora de la verdad, no suele fallar.

Sebastian Vettel celebrando la victoria en Australia | Foto: Getty Images AsiaPac
Sebastian Vettel celebrando la victoria en Australia | Foto: Getty Images AsiaPac

Kimi Raikkönen

El hombre de hielo consiguió hacer una carrera 10 en Australia. Lo hizo todo bien. Buena salida que le mantuvo detrás de Hamilton; ser el rival principal del equipo Mercedes; y para el equipo, ser el conejillo de indias  para su propio equipo y que la carrera saliera redonda. El finlandés acabó enfadado por cómo actuó el equipo y es hora de demostrar que aún tiene talento para luchar por más.

Porque desde que volvió a Ferrari o ha demostrado ser el piloto que fue antes de que se fuera por primera vez, y esta es la oportunidad. Quiere volver a ganar y demostrarle al equipo que pueden contar con él para la lucha. En Baréin quiere ser él el que consiga dar la campanada y la sorpresa, y demostrar por qué es el último Campeón del Mundo a bordo de un Ferrari.

Kimi Raikkonen en el GP de Australia | Foto: Getty Images AsiaPac
Kimi Raikkonen en el GP de Australia | Foto: Getty Images AsiaPac

Muchas dificultades tendrán los italianos para repetir el éxito de Australia, pero el inicio es prometedor y bajar de las nubes a Mercedes, aquellos que les consideraron lejos de la victoria e incluso detrás de Red Bull, es una de las mayores satisfacciones que les dejó el fin de semana en Australia.

Ahora solo toca repetir y hacerse grandes y fuertes en el desierto de Baréin y volver a colocar a uno de sus bólidos en lo más alto del podio y, por qué no, hacer doblete y volver a plantar cara a cada uno de los rivales que se pongan por delante.