El periodismo hecho cerveza
Foto: joncampbell.org

Negra como el futuro incierto de la profesión, amarga como la deprimente realidad del día a día y con un alto graduaje en alcohol para "adormecer el dolor de una lenta pero inexorable marcha hacia la obsolescencia". Así se presenta la primera cerveza elaborada por "periodistas del papel para periodistas de papel". 

El mundo del periodismo escrito está viviendo la peor crisis de su historia. Periódicos y revistas de todo el mundo echan el cierre a sus ediciones en papel. Los ingresos en publicidad se vuelven cada vez más insignificantes, las ventas disminuyen a la par que las hojas de cada publicación, y las plantillas se tienen que acortar o desaparecer en el olvido. Ni las grandes rotativas se salvan, es la danza macabra de la prensa. Tras licenciarse, miles de jóvenes periodistas acuden directamente a las listas del paro. La profesión más bonita del mundo se está convirtiendo en la más precaria. 

Esta misma situación la vivó en sus propias carnes el reportero estadounidense Jon Campbell al ser despedido del Hartford Advocate. Tras colaborar como freelance para varios medios, la falta de ingresos y la desesperación le llevó a ofrecer un poco de ironía a esta nefasta situación. Decidió crear una cerveza que mostrase al mundo la realidad del periodismo y sirviese de apoyo y compañía a aquellas personas que, como él, no tenían otra cosa que hacer que ir deprimiéndose poco a poco. Unemployed Reporter (reportero en paro) es el nombre de esta peculiar cerveza. En su etiqueta, se muestra la imagen en estilo vintage de un periodista sentado frente a una máquina de escribir con las manos en la cara, de frustración ante su presente y temor a su futuro. 

Aunque el alto graduaje de esta bebida, elaborada con malta de tostada de cebada y chocolate, está pensada para hacer olvidar de su inexistente vida laboral al bebedor,  este tiene que tener claro que su verdadero fin es servir al ciudadano. Dijo una vez Otto von Bismarck que "la prensa capitalista es el peor enemigo del pueblo". Este tipo de prensa debe de morir para que de sus cenizas resurja un periodismo que narre la verdad y cuente la realidad de una época como la nuestra, marcada por un sistema en declive y una crisis que azota a todos los estamentos de la sociedad. Hoy por hoy, los ciudadanos necesitan más que nunca al periodismo ya que en él residen la libertad y la democracia, y solamente a su lado seremos plenamente libres.

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