Allá por 2008 fue cuando se produjo la primera de contacto, VAVEL se adentraba en la red conectando periodistas y bloggers con lectores. Un universo de sueños disponible hasta en 7 idiomas -alemán, árabe, español, francés, inglés, italiano y portugués- y repartidos en diferentes ediciones por todo el planeta.
El lanzamiento de la web como tal se hizo oficial el 29 de abril de 2009, ese fue el pistoletazo de salida para un medio de comunicación que ha crecido a pasos agigantados. Muchos se preguntarán por la fórmula de dicho crecimiento, una cuestión a la que no mucha gente tendrá respuesta ya que hasta que no percibes el sentimiento VAVEL, no llegas a entenderlo.
Seguramente haya personas que tachen de locos a “esos de la V” e incluso sean señalados con el dedo porque van predicando un cambio –más que necesario- en la forma de hacer periodismo; actualmente corrompido. ¡Bendita locura, pues! Todavía quedarán románticos que piensen que es el lugar idóneo, ¿por qué será?
Porque la fuerza de VAVEL reside en el colectivo, en ir todos a una, en funcionar como un movimiento. Empujar todos hacia un mismo objetivo desde cualquier rinconcito del mundo. Sentir el aliento desde el otro lado del océano Atlántico y ver con tus propios ojos que allá, a lo lejos, también hay personas que han reservado parte de su corazón para entregárselo a VAVEL en forma de periodismo. O que si giras la cabeza hacia el otro lado del mapa, encuentras la misma esencia pero escrita en distinto idioma. Una lucha en la que a buen seguro, se entienda por qué algunos periodistas merecen todavía respeto, y donde la razón acabe cayendo de su parte.
Imagen: Javier Robles (VAVEL CEO & FOUNDER)
Hacer real lo que un día, su creador, se prometió con firmeza y menester: luchar para que la fulgencia del sol, iluminara algún día, el anochecer perseverante que iba apagando la luz de nuestro oficio. Porque VAVEL se aleja de la desgana, se desquita de la vagancia, promulga la frescura en sus textos y da rienda suelta al talento.
Han sido muchos los que se han unido a la lucha, y otros tantos los que la han abandonado por diversos motivos. Todavía los hay que conservan ese distintivo que la veteranía y el acomodamiento no se ha apoderado de ellos; digno de elogiar. E incluso los hay que no se venden al primer postor por continuar navegando en un barco independiente y con aroma a libertad; porque en VAVEL somos capitanes de nuestras almas.
Por suerte, durante este pequeño recorrido fueron más notorios los éxitos que los sinsabores; los triunfos que las envidias surgidas y las victorias antes que los rechazos hacia ellas. Todo vale la pena si el alma no es pequeña. Y si el corazón mueve el mundo, serán nuestros latidos los que terminen por retumbar sobre el océano como así muestro en el siguiente mapa con fragancia VAVEL.
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