Rajoy, ante la Gürtel
Rajoy durante la sesión en la Audiencia Nacional // Foto de el diario.es

Suena descabellado, es intolerable y debería ser motivo suficiente para pedir la dimisión de un presidente del gobierno, si te explican que este ha sido llamado a declarar sobre un caso de corrupción, concretamente, de financiación ilegal.

Hoy, 26 de julio, Mariano Rajoy aparecía sobre las 10 de la mañana en la sede de la Audiencia Nacional que se encuentra en Madrid, para declarar sobre uno de los casos de corrupción que más le pesa al Partido Popular; la trama Gürtel. Concretamente, una supuesta “caja B” donde el Partido Popular recibía donaciones ilegales provenientes de grandes constructoras y donaba parte de estos ingresos en función de sobresueldos a altos cargos del partido. En esta contabilidad B, aparecen nombres como Rodrigo Rato, Esperanza Aguirre e incluso el actual presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.

Da igual si las preguntas que le hacían, respecto a la financiación ilegal del partido, eran abiertas o concretas, como nos tiene acostumbrados, se ha dedicado a esquivarlas, a contestar cosas diferentes a lo que se le pregunta y a divagar en las respuestas. Uno de los momentos de más tensión, es cuando se le ha preguntado por los mensajes de texto que le envió al extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, enviándole ánimos, cuando le condenaron. Aquí se le ha visto algo más dubitativo y nervioso.

Mariano Rajoy ha afirmado que hacia el año 1996 desconocía la gestión económica del partido, aunque ocupase el cargo de Vicesecretario General del Partido, el tercer más alto en la parte del organigrama del Partido Popular.

En ningún momento ha declarado que la responsabilidad económica estuviese en manos de Luis Bárcenas, es más, ha culpabilizado de la situación a Álvaro de Lapuerta Quintero, que actualmente se encuentra en una fase de enfermedad avanzada. La responsabilidad política de dicha situación se la echado a Esperanza Aguirre que ya hace algo más de un año dimitió por las irregularidades que acechaban al partido y a su financiación.

Destacar también, que durante la sesión, miembros de la Audiencia Nacional han tenido un trato favorable al actual presidente del gobierno, vetando preguntas que el letrado le hacia.

Los partidos de la oposición no han tardado en manifestarse, el PSOE, tras un comunicado ha transmitido que “Rajoy debe dimitir de immediato”, por otro lado, Podemos citará a Rajoy para que dé explicaciones en el Congreso de los Diputados, en cambio, Ciudadanos no descarta pedir la creación de una Comisión de Investigación respecto a dichos hechos.

En las afueras de la Audiencia Nacional, había una concentración donde centenares de manifestantes se quejaban de la gestión del Partido Popular y pedían su ilegalización.

Parece absurdo y poco creíble que ocupando el cargo que desempeñaba Mariano Rajoy en el partido (de los más altos) no fuera consciente y no supiera nada respecto la financiación ilegal que beneficiaba a dicha organización política; además de poco ético y de fácil solución echar toda la culpa a una persona que se encuentra en un estado grave de salud. Honradez y responsabilidad política son dos conceptos que no son asociados a la política española; tenemos mucho que aprender de otros países, ya que cuando un caso de corrupción salpica su política salen a la calle a protestar y los políticos dimiten de “ipso facto”. Esta es una de las secuelas que nos ha dejado el franquismo: pasividad política.

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