Benoît Hamon, en medio de la deriva socialista
Benoît Hamon atiende a un medio antes del debate presidencial. Foto de zimbio.com/AFP

El Partido Socialista no pasa por su mejor momento. Después de una legislatura para olvidar para la formación, las opciones de alcanzar la presidencia no son menos que una quimera. Cualquiera que se pusiese al frente de la candidatura tendría ante sí un reto de dimensiones bíblicas. Tras unas primarias complejas, ese nombre fue finalmente el de Benoît Hamon.

No es el mejor momento para ser candidato del PS. Probablemente sea la ocasión en que peor pintan las cosas para su representante en los comicios. Pero el camino hasta las elecciones tampoco ha mejorado las cosas. Parte del partido, incluido el rival de Hamon en las primarias, Manuel Valls, ha confirmado que votará a Macron. Para Hamon, no es muy halagüeño saber que parte de su propio partido no lo respalda. Bien es cierto que propone unas ideas totalmente distintas a las del presidente Hollande, también del PS, y eso pesa en su contra.

Opciones casi nulas

Si las cosas dentro del partido no van bien, las perspectivas generales no son mucho mejores. Tras su elección como candidato, sus opciones no eran excesivas, pero al menos la intención de voto rondaba 15% y se situaba por encima de su principal rival más a la izquierda, Jean-Luc Mélenchon. A menos de una semana de la primera vuelta, no solo se han cambiado las tornas, sino que el líder de Francia Insumisa aventaja en unos diez puntos porcentuales al del Partido Socialista. El acercamiento entre ambos, que pudo ser la única vía real para aupar a Hamon al Elíseo, no se concretó y ahora no parece haber ninguna opción real.

Ruptura con Hollande... pese a haber sido su ministro

Hamon tiene una larga trayectoria dentro del Partido Socialista. Nacido en la Bretaña en las cercanías de Brest, vivió algunos años en esta ciudad antes de mudarse a Dakar, la capital de Sengal, donde permaneció hasta el inicio de su adolescencia. De vuelta en Francia, se licenció en Historia en la Universidad bretona y, antes de los veinte años, se afilió al PS. En 1993 se convirtió en el primer presidente del Movimiento de los Jóvenes Socialistas una vez que este consiguió autonomía de su partido matriz.

Tras ello, pasó a formar parte del gabinete de Martine Aubry, ministra de Empleo y Solidaridad. Durante unos años también formó parte del instituto de opinión Ipsos. Entre 2004 y 2009 fue eurodiputado y en el periodo comprendido entre 2008 y 2012, portavoz del partido. En 2012 pasó a integrar el gobierno como Ministro delegado de Economía Social y Solidaria, un cargo subordinado al Ministro de Economía y Finanzas. En 2014, recayó en sus manos la cartera de Educación. No obstante, no duró mucho en su cargo, puesto que se mostró discordante con las políticas de Hollande y terminó dejando el cargo cuando se reestructuró el cuerpo ministerial. A día de hoy es diputado en la Asamblea Nacional y Consejero Regional de la Isla de Francia.

Un programa radicalmente distinto a lo aplicado por Hollande

La disidencia que ha demostrado Hamon también se ha plasmado en su programa electoral. Hamon ha intentado llevar el partido por vías más progresistas de las que estaba adoptando en los últimos tiempos. Entre sus propuestas, está la inclusión de una renta básica universal para cualquier mayor de edad. También pretende derogar la reforma laboral formulada por su propio partido durante la legislatura que cierra ahora. Además, es partidario de la nacionalización de los bancos.

Por otro lado, incorpora propuestas llamativas, como gravar con impuestos el trabajo de los robots. Su razonamiento es que la máquina sustituye a una persona y genera riqueza, por lo que también se pueden cobrar impuestos por ello. 

En temas más sociales, destaca por su intención de legalizar la marihuana. También tiene interés en ideas ecologistas, puesto que se ha autodenominado como candidato "socialecologista". Por último, en cuanto a inmigración, tiene una actitud bastante más permisiva que la de muchos de sus rivales, demandando la acogida de un mayor número de refugiados, intentando también darles oportunidades 

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